Quedan solo seis meses para que termine el año, lo que equivale a 183 días llenos de oportunidades para mejorar o mantener la salud. A menudo, las personas establecen metas para mejorar algún aspecto de su vida al comienzo del año, pero considero que fijar objetivos a mediados de año es igual de valioso o más, ya que la sensación de que los días se están “agotando” nos motiva a cumplir lo que nos proponemos.
Cuando se establece una meta es crucial tener paciencia, persistencia y práctica para alcanzarla. La paciencia nos permite mantenernos enfocados a pesar de los contratiempos y entender que debemos pasar por una curva de aprendizaje. La persistencia nos impulsa a mantenernos firmes y constantes, sin que importe lo que los demás piensen. La práctica constante nos ayuda a crear hábitos duraderos. Es fundamental tomar en cuenta estos tres elementos porque el progreso hacia la salud y el bienestar no ocurre de la noche a la mañana sino de forma gradual.
Hablando de cualquier meta relacionada con actividad física, alimentación o mejora de hábitos de estilo de vida o financieros, propongo comenzar poco a poco y no cambiar de la noche a la mañana. Según una investigación, se necesitan aproximadamente 21 días para formar un hábito sólido. Esto significa que en los próximos meses puedes incorporar hasta ocho hábitos diferentes estableciendo y practicando uno nuevo cada tres semanas hasta que se convierta en parte de tu rutina diaria y así agregar uno nuevo.
Aquí te propongo algunos hábitos que pueden ser útiles y aplicables a la población general, basados en mi experiencia en genética y estilo de vida:
1. Comienza el día con un jugo verde o una ensalada: Integra fibra desde antes de tu desayuno con opciones como jugo de espinacas con pepino y limón, o una ensalada de espinacas, tomate y cebolla.
2. Come una fruta como postre: Sustituye los postres dulces por frutas frescas como manzanas, peras o fresas para aumentar la ingesta de fibra y mejorar la digestión.
3. Toma un té diario: Elige entre variedades como té verde, de manzanilla o menta, cada uno con beneficios específicos como mejorar la digestión o reducir el estrés.
4. Camina 10 minutos después de cenar: Esta práctica ayuda a mantener niveles de glucosa adecuados y proporciona un momento para conectar con tus seres queridos al final del día.
5. Lee 15 minutos antes de dormir: Fomenta la lectura diaria eligiendo un libro que te apasione, lo que no solo te ayudará a relajarte sino también se relaciona con un sueño más profundo.
6. Escribe tres agradecimientos por las noches: Practicar la gratitud diariamente está asociado con una mejor salud y bienestar emocional, ayudándote a mantener una perspectiva positiva.
7. Cena temprano: Deja al menos tres horas entre tu última comida y la hora de dormir para mejorar la digestión y favorecer un sueño reparador.
8. Compra una planta y cuídala: Las plantas en casa no solo embellecen el entorno, también pueden reducir el estrés y mejorar la concentración y la atención.
Con 183 días por delante, cada uno nos presenta una nueva oportunidad para mejorar nuestra salud. Adoptar este sistema de agregar un nuevo hábito saludable cada tres semanas te permitirá sentirte significativamente mejor al final del año. Mientras estemos vivos siempre hay tiempo y oportunidades de elegir aquellas acciones que nos lleven a vivir más y mejor.
