El tema de las finanzas públicas es muy delicado, sobre todo tratándose de los impuestos que los ciudadanos aportamos al gobierno de cualquier nivel (municipal, estatal o federal) esperando que estos se inviertan y conviertan en servicios públicos de calidad: que contemos con buenas carreteras, con calles en optimas condiciones y sin baches; con semáforos funcionales, mejor calidad en la educación, que se mejore la infraestructura, se garanticen servicios de salud para nuestra familia, se combata con eficacia la inseguridad y muchas cosas más.
La perdida en suma de más de 3 mil millones de pesos para las arcas estatales por un litigio sin sentido que emprendió el gobierno del panista Rafael Moreno Valle y que continuaron los gobiernos del panista Antonio Gali y del morenista Miguel Barbosa; debe ser un tema del que todos debemos estar pendientes para que se castigue con todo el peso de la ley a quienes tomaron las malas decisiones que provocaron hoy un boquete financiero en agravio a la economía del Estado.
Imagínese lo que se habría podido hacer en beneficio de los poblanos con ese recurso.
Si bien Rafael Moreno Valle falleció en 2018, deben andar por ahí aquellos y aquellas que junto con él tomaron decisiones financieras entre el 2011 y el 2017; se debería revisar la responsabilidad que le toca a Antonio Gali y a sus colaboradores en el área de finanzas. Y desde luego, no dejar de lado el corto periodo de Guillermo Pacheco Pulido y el de Miguel Barbosa que duró 3 años.
¿Por qué fueron omisos?
En todo caso, pareciera que la decisión de desistir del pleito legal la tomó la secretaria de Finanzas a destiempo, quiere decir, con 3 años de retraso.
Habrá que reconocer que el gobierno sustituto de Sergio Céspedes decidió inteligentemente poner fin a esta bola de nieve. Nada menos que conflicto legal a capricho.
Ahora bien, perder 2 mil 700 millones de pesos fue consecuencia de una serie de eventos desafortunados desatados por el morenovallato, pero qué decir de los 600 millones de pesos que se perdieron por jinetear recursos públicos a través de Accendo Banco una financiera patito que hoy se declaró en bancarrota y la que el entonces gobernador “humanista” Miguel Barbosa ordenó invertir.
Y por cierto, habría que preguntarle a la aun secretaria que habría sucedido si Accendo Banco no hubiera fracasado. ¿A dónde habrían ido a parar esos rendimientos? ¿A la cuenta de qué político?
El gobernador Barbosa no se cansó de decir que Puebla gozaba de finanzas sanas pero lo que estamos viendo es que ya traíamos un tumor cancerígeno en forma de boquete financiero.
