“Cuando buscamos incorporar a un futbolista, primero hablamos con él y, si está interesado en venir, se le pide el nombre de la persona que asignen para empezar las charlas".
Consejo de Futbol de Boca Juniors
Vaya novela la que protagoniza el hasta hoy jugador del cuadro cementero Pol Fernández, que deberá presentarse este próximo lunes a La Noria y de cual se espera que concluya su contrato. Hasta el día de hoy Pol no se ha pronunciado sobre su posible salida, pero de concretarse estaría ratificando lo que hasta hace algunos días la dirigencia de Boca Juniors ha buscado; hacerse de sus servicios de una manera poco elegante, por llamarlo de alguna manera.
Y es que no es la primera vez que los dirigentes de Boca llenan de promesas a jugadores involucrados y con contrato en mano en clubes mexicanos, para muestra, ¿le suenan los siguientes nombres querido(a) lector(a)?; Roger Martínez, Iván Marcone, Edwin Cardona, Carlos Izquierdoz, Darío Benedetto y ahora el más reciente caso a concretarse de Pol Fernández.
Es evidente que cualquier futbolista tiene el derecho de contratarse con quien más le convenga; sin embargo en el futbol como en la vida, las formas sí importan. Y es que es una costumbre para los equipos argentinos actuar de forma poco ortodoxa para antes de consultar a un club sobre el interés hacia un futbolista que aún cuenta con contrato, deciden preferentemente contactar al futbolista para endulzarle el oído sin importar su situación contractual y pasarse por el arco del triunfo las formas con tal de conseguir lo que quieren y por dos pesos; porque eso sí, no debemos olvidar que ellos venden como si fuera diamantes negros y compran al precio que ellos quieren.
Sin lugar a duda, el futbol mexicano ha sido uno de los más afectados por este tipo de acercamientos que desestabilizan a cualquier club. Resulta más notorio cuando este tipo de prácticas le suceden a un club como Cruz Azul, en donde en más de una ocasión han visto forzada la salida de futbolistas que con la mano en la cintura deciden abandonar un proyecto. No olvidemos lo sucedido en los casos de Teófilo Gutiérrez que, tras su paso fugaz, decidió dejar a un lado su contrato para vincularse con River Plate, cuadro argentino que se dio el lujo de pagar en “pagos chiquitos” y a destiempo el pase del jugador.
Qué decir de Iván Marcone que tras recibir el llamado de los Xeneizes decidió dejar a un lado sus aspiraciones en México para perseguir su “sueño” y enrolarse en el equipo argentino tras las promesas que le compartieron de pertenecer a la selección, donde por cierto tuvo un paso fugaz.
En fechas más recientes el caso de Igor Lichnovsky, joven futbolista chileno quien decidió abandonar el equipo a medio torneo para fichar por el Al Shabab de Arabia Saudita y quien atribuyó su salida a sentirse poco valorado por el cuadro cementero.
Hoy el siguiente en la lista pareciera ser el caso de Pol Fernández que bajo el pretexto de resolver un problemita familiar se marchó a Argentina con la promesa a Juan Reynoso de regresar y dedicarse al 100% a dar lo mejor de él para este torneo; sin embargo, la realidad pareciera ser otra y habrá que darle el beneficio de la duda, pero de concretarse los rumores que se han forjado desde Buenos Aires en los últimos días sería uno de los casos más descarados de la falta de palabra y compromiso de un futbolista.
En fin estimado lector(a), lo que decida Pol en los próximos días seguramente marcará su carrera, y queda claro la forma de negociar del consejo de dirigentes de Boca; lo que es un hecho es que la nueva directiva de La Máquina deberá impulsar una serie de acciones no solo hacia el interior de la propia institución donde pueda proteger y protegerse ante estos casos tan recurrentes. Hoy Cruz Azul debe hacerse respetar y dejar muy en claro que nadie está por encima del club ni del futbol mexicano en general.
Hasta la próxima…
Alberto Romero Rodríguez
@AlbertoRomeroMP