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Mujeres en huelga

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  • Adriana Malvido

En el Día Internacional de la Mujer solemos recordar a grandes creadoras cuya obra espera ser reconocida como parte de la historia, a líderes sociales que se niegan a aceptar que la mitad del mundo sea discriminada, a feministas en lucha cotidiana por la igualdad, a investigadoras haciendo un trabajo con perspectiva de género, a movimientos contra los feminicidios que en México alcanzan niveles escalofriantes: siete mujeres al día son asesinadas. Pero ayer la conmemoración fue más allá con una Huelga Internacional de las Mujeres en 40 países.

La convocatoria surge de las feministas polacas que marcharon en octubre de 2016 contra la criminalización del aborto, de colectivos en Argentina que encabezaron el movimiento #Niunamenos contra la violencia, del llamado #MiPrimerAcoso en México y del gran eco de las marchas masivas contra Trump del 21 de enero pasado. Más atrás, el origen del 8 de marzo viene de las movilizaciones de sufragistas y obreras en Estados Unidos y de las socialistas en Europa a principios del siglo XX. Demandan el derecho de las mujeres a salir del ámbito doméstico para participar en la vida política, social y económica y reclaman justicia e igualdad.

El 8 de marzo invita a crear conciencia acerca de una realidad que nos hiere a todos: la desigualdad, la discriminación, las desapariciones, la trata, el acoso y la violencia física, psicológica, sexual y económica que padecen siete de cada diez mujeres en algún momento de su vida. En México, hay 600 mil delitos sexuales cada año (GIRE) y solo en 2016, 10 mil 854 niñas menores de 15 años tuvieron un hijo, cuatro de ellas tenían menos de 10 años (Blanca Valadez y Mariel Arroyo en MILENIO 8/3/17).

El paro de ayer, inspirado en el que realizaron las mujeres en Islandia en 1975, es una protesta y una invitación a imaginar cómo sería la vida sin el trabajo de las mujeres: en la política y en la academia, en la ciencia y en el arte; sin las maestras, las doctoras, las secretarias, las enfermeras y cuidadoras, las trabajadoras domésticas, las madres que sostienen a su familia, las que realizan doble y triple jornada, las que laboran igual que el hombre, pero ganan 30 por ciento menos... Un llamado a la solidaridad entre nosotras y a la participación de los hombres en la lucha. Porque una sociedad más justa con las mujeres ofrece una mejor vida para ellas y ellos.

adriana.neneka@gmail.com

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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