Nacido en Ohio en 1928, el filósofo norteamericano Gene Sharp es poco conocido, pese a que fue incluso nominado al premio Nobel de la Paz en el año de 2009 y que sus obras han sido traducidas a mas de 80 idiomas.
La Teoría política de Sharp es apasionante y mientras más se conoce más se siente uno atraído por ella. La base se centra en una lucha no violenta que se encuentra condensada en sus libros; un reporte de la BBC Mundo nos informa que existe un método de 198 "armas no violentas" que se pueden usar para acabar con regímenes tiranos y despóticos, y que durante el llamado "levantamiento verde" en Irán en 2009, muchos de los manifestantes emplearon al menos 100 de esos métodos de violencia pacífica (si se vale el término) y dieron excelentes resultados a la ciudadanía.
El "levantamiento verde" se llamó así por la indumentaria de ese color que usaron Hosein Musaví y sus seguidores. Musaví, era el candidato de oposición en las elecciones en la campaña electoral de 2000 en la antigua Persia. Las protestas de la oposición se canalizaron a través de redes sociales digitales, principalmente en Twitter y Facebook y la influencia de las ideas de Sharp en cuanto a la participación ciudadana para revertir el orden trazado de manera omnímoda desde el poder es incuestionable y resultó invaluable.
Sus biógrafos sostienen que sus ideas fueron puestas en práctica por primera vez con motivo del movimiento democrático Birmano en 1993, y posteriormente se aplicaron en Tailandia, en Indonesia y contribuyeron decididamente al derrocamiento de Milosevic en Serbia en 2000, y aseguran que cuando su libro llegó a Rusia, los servicios de inteligencia allanaron la imprenta y se quemaron las librerías donde se pondría a la venta, incluso Hugo Chávez advertía a los Venezolanos de la peligrosidad de la lectura de dicho libro. Obvio.
En el año de 1983, Sharp, catedrático de Harvard, fundó la Albert Einstein Institution, dedicada a "promover el estudio y el uso de la acción estratégica no violenta de conflictos en todo el mundo" y desde entonces ha apoyado a grupos prodemocráticos de Serbia, Bielorusia, Estonia, Letonia y Lituania, además de los ya mencionados en Birmania (donde se aplicó originalmente su cadena de principios) Tailandia e Indonesia.
La resistencia no violenta y la desobediencia civil están estrechamente relacionadas con medidas tendientes a que la ciudadanía pueda rebelarse en contra del trato despótico que suele ser objeto por parte de gobiernos que en sus inicios parecían ser profundamente democráticos, pero como lobos con piel de oveja, sufrieron su transformación, una mutación completa, como si fuera una implosión de sus principios y reglas, extralimitándose en sus facultades y esquivando sus obligaciones violentando las normas fundamentales y acabando con las instituciones democráticas.
La próxima semana continuaremos con el tema.
Abel Campirano Marín