Ciudad de México /
Por: Guillermo M. Cejudo
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
El federalismo, la descentralización y los estados y los municipios aparecen siempre en los diagnósticos de los problemas: nos ayudan a explicar las fallas en la implementación de las políticas, los escándalos de corrupción o el desencanto ciudadano con la democracia. Pero no se ofrecen soluciones desde la discusión pública. En el Pacto por México de 2012 el federalismo se asomaba apenas asociado a un problema a contener por el endeudamiento de los gobernadores. En el Plan Nacional de Desarrollo del gobierno federal actual, el federalismo está ausente: a pesar del activismo en tantos temas y de la avidez reformadora, no hay una agenda de ajuste al diseño federal.