El presidente de la Fundación Euroamérica, Ramón Jáureguia, confirmó que la Unión Europea mantendrá en el Tratado de Libre Comercio de la Unión Europea y México (Tlcuem), la cláusula que permite suspender acuerdos con países que vulneran la democracia o el estado de derecho.

Una cláusula con "peso simbólico"
Jáureguia reveló a MILENIO que, aunque rara vez se aplica, su existencia tiene un peso simbólico y jurídico, ya que si hubiera cualquier retroceso institucional se aplicarían sanciones comerciales así como diplomáticas.
“Las cláusulas sobre cumplimiento de estado de derecho y democracia, forman parte de todos los tratados que firma la Unión Europea con cualquier país del mundo", comentó.
"De manera que efectivamente es un punto que define en cierto modo la manera de entender por nuestra parte las relaciones con otros países”, expuso.
El presidente de la fundación explicó que la cláusula tiene incluso cierta apelación a la sanción, aunque si los hechos son graves, se podría suspender el acuerdo comercial.
“Hay un poco de retórica en la famosa cláusula democrática de nuestros tratados, la cual se encuentra en todos, pero su aplicación dista de tener por así decirlo una implementación concreta”, señaló.
Ejemplificó que se plantea suspender el acuerdo que tiene la Unión Europea con Nicaragua debido a que hay una violación sistemática de los principios democráticos, así como con Israel por los crímenes de guerra o genocidio.
Sobre México, aclaró que no hay actualmente observaciones graves, aunque recordó que en Europa generó preocupación el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Compromisos ambientales y laborales
En relación al nuevo acuerdo global modernizado entre la Unión Europea y México, Jáureguia puntualizó que se amplía el libre comercio al 99 por ciento de los productos, ya que incorpora sectores como la digitalización, contratación pública y arbitraje para inversionistas.
Además, comentó que en este acuerdo también se incluyen compromisos ambientales y laborales bajo los estándares de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“Incluye espacios que estaban vetados en el acuerdo anterior al libre comercio, como es por ejemplo, la contratación pública", precisó el director de la fundación.
"También se establece lo que llamaríamos, garantías de cumplimiento de las exigencias medioambientales, derivadas del Acuerdo de París y condiciones o estándares sociolaborales de alta calidad”, explicó.
En cuanto a las reformas judiciales y la Ley de Amparo, el presidente de la Fundación Euroamérica, dijo que no representan una amenaza para el acuerdo, pero reconoció que en Europa hay opiniones divididas.
“Puede haber opiniones políticas, puede gustar más, puede gustar menos lo que se ha hecho en determinado país”, indicó.
"En el caso de México con la reforma judicial, aunque esto no se ha llegado a interpretar, por nuestra parte que eso cuestione la naturaleza democrática de nuestro partner", concluyó Jáureguia.
AG