“¿Efectivo o tarjeta?”. Para millones de brasileños, la respuesta es ninguna de las dos opciones. El pago preferido en el país más grande de América Latina suele ser el PIX, un sistema digital rápido y gratuito que utilizan para comprar, pagar facturas, saldar cuentas en bares y comprar aperitivos en la playa.
El método de pago se ha hecho inmensamente popular, adoptado por más de 80 por ciento de la población brasileña. Fuera del país, ha suscitado los elogios de destacados economistas, que han llegado a calificarlo como el futuro del dinero.

Gobierno de EU investiga a PIX
Sin embargo, su éxito también ha provocado represalias: el gobierno de Donald Trump, como parte de su agresiva campaña económica y política contra Brasil, está investigando PIX, acusando al sistema de pago de perjudicar injustamente a empresas financieras y tecnológicas estadunidenses como Visa y Apple.
El enfrentamiento en torno a PIX ha intensificado la crisis diplomática entre Brasil y el presidente Trump, quien también ha impuesto fuertes aranceles y sanciones en un esfuerzo por evitar que el ex presidente Jair Bolsonaro, su aliado político, sea declarado culpable de planear un golpe de Estado.
Las críticas de Estados Unidos al método de pago han tocado una fibra sensible de Brasil, que lo ha considerado otro ataque a su soberanía. “¡El PIX pertenece a Brasil y al pueblo brasileño!”, declaró el gobierno en una campaña en las redes sociales que se ha hecho viral.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha rechazado las afirmaciones de Estados Unidos de que PIX perjudica los intereses estadunidenses o deja fuera a sus empresas.
“No se nos puede penalizar por crear un mecanismo rápido, gratuito y seguro que facilita las transacciones y estimula la economía”, escribió Lula en una reciente columna de opinión en The New York Times.
En su rapidez y facilidad, PIX es similar a Zelle, el sistema de pago gestionado por un consorcio de bancos estadounidenses. Pero a diferencia de otros servicios digitales similares, como PayPal, PIX no cobra comisiones a individuos ni pequeñas empresas.
Permite a los usuarios hacer y recibir pagos instantáneos, utilizando una cuenta bancaria y una clave de identificación como un número de teléfono o un código QR. Desde febrero, muchos brasileños pueden utilizar PIX mediante pagos sin contacto en sus teléfonos.
Desde que el banco central de Brasil lanzó el PIX en 2020, lo han adoptado 175 millones de personas y ahora representa casi la mitad de las transacciones financieras del país. Incluso se ha introducido en la jerga: “¿Cuál es tu PIX?” en Brasil es equivalente a “Te voy a hacer un Venmo”, expresión que se utiliza en Estados Unidos.
Pero la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos está investigando el PIX, alegando que Brasil ha dado una ventaja injusta al sistema de pagos digitales al exigir que todos los bancos lo ofrezcan.
Las autoridades comerciales estadunidenses también afirman que, al proteger los datos de los consumidores que recoge PIX, el gobierno brasileño está perjudicando a las empresas estadounidenses que utilizan dicha información para tomar decisiones empresariales y desarrollar nuevos productos.
“Las empresas estadunidenses consideran que estos datos son cruciales —dijo Ignacio Carballo, consultor principal de Payments and Commerce Markets Intelligence, una empresa de investigación con sede en San Francisco—. Esto pone mucho poder en manos del gobierno de Brasil”.
En el día a día
PIX es también un proyecto monetario para la alianza BRICS de economías en desarrollo, que incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, en su intento de crear una plataforma internacional de pagos destinada a reducir la dependencia del dólar estadunidense. Trump ha amenazado al bloque con imponer aranceles si intenta crear una moneda rival.
En una concurrida esquina de Río de Janeiro, una mañana reciente entre semana, la ubicuidad del sistema de pago digital de Brasil estaba a la vista.
Una mujer que vendía vendas brillantes para el pelo ofrecía pequeños descuentos a quienes pagaran con PIX. Cerca de allí, un hombre en situación de calle pedía monedas a los transeúntes, sosteniendo un cartel de cartón con una clave PIX.
Al otro lado de la calle, en un grupo de puestos de comida que servían desayunos, los clientes gritaban sus pedidos mientras pedían a los vendedores su PIX. Los comerciantes blandían códigos QR laminados mientras rompían huevos en las parrillas y vertían café humeante en vasos de plástico.
“PIX lo ha hecho todo mejor, mucho más fácil —explicó Manuel Souza, un camarero de 63 años que compra café y un pastel antes de ir a trabajar. Dijo que utiliza PIX para la mayoría de sus gastos, incluido el pago del alquiler—. Compra grande o pequeña: todo es PIX”.
Para los pequeños vendedores, como Luciana Gonçalves de Pontes, de 44 años, que vendía estuches de celular, cables y chicles desde un diminuto puesto, PIX ha facilitado el pago de la factura a sus proveedores y ha abaratado la recepción de los pagos de los clientes.
“Ya es bastante difícil ganarse la vida —confirmó Gonçalves—. Al menos PIX reduce un poco nuestros costos”. Ahora solo acepta tarjetas de crédito y débito en las compras grandes, dijo, debido a las comisiones más elevadas que conllevan esas transacciones.
El ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, dijo que el PIX en realidad estaba sustituyendo al efectivo, no compitiendo con empresas estadunidenses. “Hay mucha desinformación sobre lo que es el PIX—dijo en una entrevista reciente—. Es una moneda digital soberana. Eso es todo lo que es. No es nada más”.
Los datos del Banco Central de Brasil muestran que los brasileños sí dependen menos del dinero en efectivo, y que el retiro de dinero descendió ocho por ciento el año pasado en comparación con el año anterior, y alrededor de un tercio desde 2020. De 2023 a 2024, el uso del PIX aumentó 52 por ciento, mientras que el número de transacciones con tarjeta de crédito creció un 11 por ciento y los pagos con tarjeta de débito aumentaron un 2.5 por ciento.
Las autoridades brasileñas dijeron que su sistema había calado simplemente porque es más rápido, barato y fácil de usar que otros métodos de pago.
Mientras que, PayPal está disponible en Brasil, Zelle y Venmo, que están vinculados al sistema bancario estadunidense y ofrecen pagos solo en dólares, no lo están.
Antes de PIX, la vida financiera en Brasil era a menudo más lenta, cara y engorrosa. Mover dinero solía hacerse mediante costosas transferencias de un banco a otro o mediante vales de pago en efectivo conocidos como boletos bancarios, que podían tardar días en ser aprobados.
“El PIX era una necesidad —aseguró Mario Schapiro, profesor de Derecho de la Fundación Getúlio Vargas, quien ha estudiado el método de pago—. Y el sector privado no tenía interés en desarrollar una herramienta financiera accesible y de bajo costo como esta”.
Brasil puso en marcha su sistema autóctono tras estudiar los métodos de pago digitales de Estados Unidos, India y China.
Este método, según los analistas, ha desempeñado un papel clave para que el sistema financiero brasileño sea más inclusivo. Como cualquiera que tenga una cuenta en un banco tradicional o en una start-up digital puede utilizar el PIX, muchas personas con ingresos bajos y trabajadores informales que solían comerciar en efectivo pueden ahora utilizar los pagos digitales, creando un historial con las instituciones financieras.
El cambio de Brasil a la plataforma de pago digital tuvo contratiempos. Poco después del inicio de PIX, los delincuentes, viendo una oportunidad, empezaron a secuestrar a personas y obligarlas a vaciar sus cuentas mediante transferencias instantáneas, en lo que se conoció como “secuestros PIX”. El Banco Central de Brasil se apresuró a añadir más medidas de seguridad, como límites a las transferencias nocturnas.
A medida que se ha extendido su uso, PIX ha transformado el panorama de los pagos digitales. Ralf Germer, cofundador de PagBrasil, una empresa de pagos digitales, dijo que cuando se lanzó PIX, el modelo de negocio de su empresa, que se basaba en gran medida en los vales de pago en efectivo, quedó obsoleto. “Vimos que la tecnología era superior”, dijo. “Así que hicimos una gran apuesta por PIX”.
Utilizando PIX, la empresa de Germer creó un servicio que permite pagos transfronterizos entre Brasil y los países vecinos, y también ha desplegado un sistema PIX en Estados Unidos.
Germer dijo que no veía a PIX como un adversario. “Necesitamos innovación — añadió—. En mi opinión, no tiene nada de injusto”.
Con información de Lis Moriconi.
