A comenzar a partir del 2026 y durante los próximos años los pasos para la reducción de la jornada laboral a 40 horas por semana, el éxito de esta iniciativa vendrá con un plan académico que prepare egresados especializados en cada sector productivo, siendo la medida complementaria necesaria para evitar repercusiones negativas en la industria, señaló el Ciest.
La propuesta que anunció el gobierno federal empezará a implementarse gradualmente para llegar al 2030 a su aplicación total, se convierte en otro reto para el Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas de convertirse en una de las zonas económicas más importantes del país. Por ello, dijo su presidente Alejandro Sobera, se debe trabajar entre la autoridad y las universidades en esta estrategia.
“La implementación solo tendrá éxito si viene como agregado un plan de educación que permita desde la academia preparar al personal, dándole las herramientas tecnológicas adecuadas y permita a las industrias como a todo tipo de comercio mantener o hasta elevar su productividad”, mencionó.
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Añadió que el aumentar esta preparación no solo mantendrá la actual productividad y su repercusiones como es el producto interno bruto (PIB) y la ganancia de cada empresa, también trae consigo incrementar esos volúmenes, haga lo que en un futuro se podrá generar lo mismo en 36 horas a la semana.
“Esto debemos llevar a fondo tanto a las universidades como a las autoridades. Podemos ser más eficientes en las empresas si esto junto con la capacitación del personal, impedimos una afectación en las tareas. Todo esto arrastra al PIB”, añadió.
En el pasado aniversario del organismo, conformado por 18 cámaras y asociaciones locales, el objetivo es ante los avances logrados en materia de seguridad hacerlo en materia económica, a fin de consolidarse como una región potencia en México.
“Este plan como cumplir con los aumentos al salario mínimo, significan un reto a afrontar si queremos logar esos objetivos”, concluyó el presidente del Ciest.
