En septiembre la inflación en México volvió a mostrar una ligera tendencia al alza desde agosto, luego de alcanzar un mínimo de 3.5 por ciento en julio, de acuerdo con estimaciones de Banamex.
El banco anticipa que la inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles, como los de energéticos (gasolina, gas y electricidad) y productos agropecuarios (frutas, verduras, carne, etc.), se mantendrá en alrededor de 4.2 por ciento hacia finales de 2026.
Explicó que tras una pausa temporal en junio, las tendencias internas se retomaron desde la primera mitad de julio.

Inflación estabilizada
Agregó que la disminución en servicios ha sido compensada por el incremento en mercancías, y la inflación subyacente anual se ha estabilizado cerca de 4.2 por ciento desde junio, nivel que se mantendría en los siguientes meses.
Destacó que la inflación de mercancías se desaceleró más lentamente de lo previsto.
Durante el primer semestre del año, la inflación anual de estos productos repuntó desde los niveles muy bajos del año anterior, sumado a que en las lecturas más recientes aún se reflejan efectos rezagados del aumento en productos pecuarios del primer semestre.
Se estima que este componente siga al alza, aunque a un ritmo más moderado, apoyado en la apreciación del tipo de cambio, la moderación en los precios al productor y la debilidad del crecimiento económico.
Por otro lado, señaló que la inflación de servicios ha bajado de forma muy gradual, especialmente en educación, que aunque comenzó a ceder en meses recientes, sigue alejada de su promedio histórico.
Mientras que la inflación de vivienda mostró señales de desaceleración, pero volvió a niveles similares a los del año pasado.
Destacó que los servicios de alimentación aún reflejan el impacto de los precios de comida y el retraso en los efectos de la baja en agropecuarios.
Se estima que la reducción de presiones en este componente se consolide conforme el mercado laboral se relaje más, con menor generación de empleos y aumentos salariales más moderados.
En el caso de la inflación no subyacente, integrada por bienes y servicios cuyos precios no responden directamente a condiciones de mercado, el banco prevé un ligero aumento en energéticos ante la prolongación del precio máximo de la gasolina y la estabilidad del gas.
Además, agregó que se ven altamente influenciados por condiciones externas como el clima o por las regulaciones del gobierno.
Agregó que los precios agrícolas han subido más lentamente de lo estimado gracias a lluvias favorables y pocas afectaciones.
Por ello, se mantiene sin cambios la proyección de inflación general en 4 por ciento para el cierre de 2025.
Mientras que para el próximo año se espera una mayor inflación subyacente al inicio del año por la inercia de 2025 y el efecto de los impuestos, derechos y aranceles propuestos.
“Esto llevaría a una inflación subyacente promedio de 4.4 por ciento anual en el primer trimestre de 2026, frente a 4.1 por ciento estimado previamente”, dijo Banamex.
Los factores detrás de estas revisiones se disiparían hacia el cierre de 2026, con una inflación general subyacente de 4.3 y 4.2 por ciento, respectivamente.

Expectativas de política monetaria
Se mantiene la estimación de que la tasa de política monetaria cierre 2025 en 7 por ciento y 2026 en 6.5 por ciento.
La junta de gobierno del Banco de México señaló su intención de continuar con el ciclo de recortes para acercar la tasa a niveles neutrales, en un contexto de menor inflación y bajo crecimiento económico.
“Aunque la estabilidad de la inflación subyacente a finales de 2025 y su repunte a inicios de 2026 podrían generar cautela, el panorama general de inflación menor al promedio histórico y una economía con holgura darían margen para recortes adicionales”, dijo la firma financiera.
Prevé dos recortes de 25 puntos base en el cuarto trimestre de 2025, una pausa en el segundo trimestre de 2026 y dos recortes adicionales en el segundo semestre de ese año.
Por lo anterior, la tasa de política monetaria cerraría 2025 en 7 por ciento y 2026 en 6.50 por ciento.

AG