El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que con la inflación subiendo a máximos de varias décadas y las presiones de los precios ampliándose a la vivienda y otros servicios, los bancos centrales reconocen la necesidad de actuar con mayor urgencia para evitar que las expectativas de inflación se desanclen y se dañe su credibilidad.
En un documento, el FMI señaló que los riesgos para las perspectivas de inflación siguen siendo importantes y es posible que se necesiten ajustes más agresivos si estos riesgos se materializan, por lo que los formuladores de políticas deben prestar atención a las lecciones del pasado y estar decididos a evitar ajustes potencialmente más dolorosos y perjudiciales en el futuro.
Explicó que la magnitud del aumento de la inflación ha sido una sorpresa para los bancos centrales y los mercados, y sigue existiendo una gran incertidumbre sobre su perspectivas, pues si bien es posible que la inflación baje más rápido de lo que prevén los bancos centrales, especialmente si las interrupciones de la cadena de suministro mejoran y el endurecimiento de las políticas globales resulta en una rápida caída de los precios de la energía y los bienes, los riesgos están fuertemente sesgados al alza.
“Existe un riesgo sustancial de que la alta inflación se consolide y las expectativas de inflación se desanclen”, apuntó el organismo internacional
Destacó que las tasas de inflación en los servicios, desde los alquileres de viviendas hasta los servicios personales están repuntando desde niveles ya elevados y es poco probable que bajen rápidamente; y estas presiones pueden verse reforzadas por un rápido crecimiento de los salarios nominales, pues en países con mercados laborales fuertes, los salarios nominales podrían comenzar a aumentar rápidamente, más rápido de lo que las empresas razonablemente podrían absorber, con el aumento asociado en los costos laborales unitarios trasladado a los precios.
“Estos efectos de segunda vuelta se traducirían en una inflación más persistente y en un aumento de las expectativas de inflación; además, una mayor intensificación de las tensiones geopolíticas que provoque un nuevo aumento de los precios de la energía o agrave las perturbaciones existentes también podría generar un período más prolongado de inflación alta”, apuntó el FMI.
En este contexto, señaló que los costos de reducir la inflación pueden resultar notablemente más altos si se materializan los riesgos y se afianza una alta inflación, por lo que los bancos centrales tendrán que ser más decididos y aplicar medidas más agresivas para enfriar la economía, aunque es probable que el desempleo aumente significativamente.
En este contexto, el organismo reconoció que el apoyo público y una política monetaria restrictiva, ahora sólida con la inflación en máximos de varias décadas, puede verse afectado por los crecientes costos económicos y laborales.
Aun así, aseguró, restaurar la estabilidad de precios es de suma importancia y es una condición necesaria para el crecimiento económico sostenido, ya que una lección clave de la alta inflación en las décadas de 1960 y 1970 fue que actuar con demasiada lentitud para contenerla implica un endurecimiento posterior mucho más costoso para volver a anclar las expectativas de inflación y restaurar la credibilidad de la política.
“Será importante que los bancos centrales mantengan esta experiencia firmemente en la mira mientras navegan por el difícil camino que tienen por delante”, aseveró el FMI.
AMP