“Debo tener suerte por haber tenido una gran educación financiera”, dice Pierre Gasly, piloto de Fórmula Uno (F1) que este fin de semana participará en el Gran Premio de la Ciudad de México en la pista de la Magdalena Mixhuca. “Me encanta el mundo de los deportes de motor, pero también me apasiona el mundo de las finanzas y la inversión”, dice en una charla con medios a unas horas de hacer rugir el auto con motor de Renault que conduce desde 2023 para la escudería Alpine.
La trayectoria de un piloto generalmente es corta. Por reglamento, la Federación Internacional de Automovilismo y la propia F1 no permiten que los pilotos de las escuderías estén al volante antes de los 18 años, y la gran mayoría se retira entre los 35 y 37 años por los cambios físicos de la edad y no solamente por la presión de conducir bólidos automotrices a más de 370 kilómetros por hora, sino también por los continuos viajes y la responsabilidad de ser la imagen de múltiples marcas a la vez, con todas las restricciones y contratos que eso implica.
Pero también, en la mayoría de las ocasiones, con la confianza y seguridad de contar con el respaldo de enormes sueldos, comisiones, patrocinios, contratos que durante década y media o más, les aportan el dinero suficiente para vivir cómodamente… sobre esto conversó MILENIO con los pilotos de Alpine: el francés Pierre Gasly, de 29 años, y el argentino Franco Colapinto, de 22, a unas horas de que empezara oficialmente el Gran Premio de México.
Lecciones a alta velocidad
Las charlas se desarrollaron en el área de Paddock, ubicadas a espaldas de los garage de cada escudería que dan de frente a la pista del Autódromo Hermanos Rodríguez. Para llegar a la sala de hospitalidad de cada equipo, hay que cruzar un río de gente en el que fluyen las entre 200 a 250 personas, entre ingenieros, técnicos, publicistas, abogados y otros profesionales que acompañan a cada equipo, todos ellos con cortes de cabello perfectos y gafas de sol lujosas, pantalones cortos o shorts, camisetas deportivas y que solo se diferencian entre sí por los colores de su escudería.
A Franco Colapinto se le ve cordial, sonriente y con una vibra de optimismo. Sobre su camiseta rosa hay al menos una docena de logos que patrocinan a la escudería. Empieza la charla hablando de cómo ha vivido este año en que inició ya la temporada con Alpine, luego de sustituir meses antes al pilotoJack Doohan.
“Fui creciendo a lo largo de las carreras, lo sigo haciendo. Hubo un momento del año que me costó mucho, pero hoy en día estoy competitivo, quizá no estamos rápidos, y eso es lo que hay que trabajar con equipo para mejorar. En cuanto a lo personal, estoy contento con mi performance”.
“Creo que el año pasado sí tenía cosas más grandes para arrepentirme. Este año, si miro hacia atrás, lo único de que me arrepiento fue de no trabajar con mi psicólogo desde principio de la temporada, cuando sentí que lo necesitaba. En cuanto al resto de lo que hice en pista, no me arrepiento de nada”.
Respecto a su futuro financiero, el joven piloto confiesa: “no soy de preocuparme demasiado por el dinero” o por desarrollarse como marca, porque su prioridad es su actual carrera. “No sé ni cuánta plata tengo, prácticamente. Tengo problemas más importantes que la plata que resolver hoy en día", afirma.
De libros y relojes
Paralelamente a su carrera deportiva, Colapinto ha lanzado dos libros donde comparte su historia personal, dirigidos tanto a adultos como a niños. Su objetivo es inspirar a jóvenes a perseguir sus sueños, demostrando que, por difícil que parezca, es posible alcanzarlos con determinación y trabajo duro.
Por su parte, Pierre Goslin no esconde su fascinación por el mundo de la moda. Y cuenta con pasión cómo se involucró en el diseño de un reloj y su colaboración con Givenchy.
“Estaba feliz de diseñar ese reloj. Es algo que jamás imaginé cuando era niño. Repasé todo lo que había que saber sobre la fábrica y cómo funciona, los materiales, etcétera. Para mí fue impresionante”.
“Y también trabajo con Givenchy, me encanta la moda, pero por ahora es un mundo que me aleja de la Fórmula Uno, de la que disfruto formar parte”, comenta.
¿Y el dinero?
Pierre Gasly confiesa que es consciente de que en cierta forma es una marca y que debe hacer cosas para separar eso de su vida diaria y familiar.
“Obviamente nunca antes en mi vida, nadie me dijo qué tenía que hacer con el dinero. Pero desde el momento en que comienzas a ganar millones, necesitas alguien que te diga qué hacer, cómo gastar el dinero y ahorrar.
“Es por eso que no quise estar en la esa mala lista donde se ve a muchos atletas, que en sus primeros años ganan mucho dinero y compran todo tipo de autos, casas lujosas gastan en fiestas, y que luego terminan en nada . Yo no quería ser así, yo hago inversiones en todos diferentes tipos de productos financieros.
“Personalmente, me entusiasmo mucho con los proyectos en los que invierto dinero. Tengo un equipo de fútbol, además de un equipo de pádel, con los que estoy muy emocionado. También invierto en compañías tecnológicas… Soy un tipo curioso y disfruto mucho ver proyectos de inversión, me gusta mucho la moda”, platica.
¿Hay similitudes entre correr un auto y hacer inversiones?
“Obviamente no es el mismo tipo de acción. Cuando conduzco a 360 kilómetros por hora al final de una recta, siento un torrente de adrenalina, que probablemente no siento cuando estoy sentado y teniendo conversaciones sobre inversión”, sostiene Pierre Gasly.
“Pero en cierta forma son similares, ¿sabes? Es en la parte de tener un plan, en trabajar en una estrategia y en cómo obtener el mejor rendimiento y el mejor resultado. Eso es lo que también hacemos en la Fórmula Uno. Tienes que ser competitivo, con estrategias diferentes, pero luego nunca sale todo conforme a lo planeado, aunque creas que tienes la estrategia ideal, siempre hay que adaptarse a lo largo del camino. Al final, se trata siempre de ganar. Así que también es por eso que lo hago. Y sí, hay más similitudes de las que podríamos imaginar”, finaliza.
AG