Las tres principales automotrices de Estados Unidos propusieron al gobierno de Donald Trump ajustes al contenido laboral y regional del T-MEC.
Esto para frenar la entrada de insumos externos a estas naciones, fomentando mayores inversiones en manufactura, investigación y desarrollo dentro de América del Norte.
Beneficios para proyectos de gran escala
Por medio de una carta, el Consejo Estadounidense de Política Automotriz (AAPC, por sus siglas en inglés), que agrupa a Ford, General Motors y Stellantis, plantea incentivos sólo para inversiones significativas y eliminar beneficios a proyectos de bajo impacto o contratos a largo plazo que no generen empleo e innovación sustancial.
El organismo aclaró que estos ajustes no buscan reducir el nivel de contenido regional exigido por el tratado —actualmente de 75 por ciento—, sino afinar la forma en cómo se calculan y aplican los créditos.
Esto último con el fin de asegurar que los beneficios del T-MEC se concentren en proyectos de gran escala y en el fortalecimiento de las cadenas de valor dentro de América del Norte, cerrando la puerta a insumos externos.
“A pesar del impulso del T-MEC, ciertas mejoras podrían potenciar aún más la eficacia del tratado para promover inversiones regionales y nacionales adicionales”, dijo en la carta.
El AAPC remarcó que el tratado es un pilar que sostiene la integración de las cadenas de suministro de América del Norte, garantizando condiciones de libre comercio, crecimiento industrial y millones de empleos.
Según sus estimaciones, la industria automotriz estadunidense genera cerca de 10 millones de empleos y representa alrededor de 5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, impulsada por la cooperación regional, las reglas de origen, así como el acceso sin aranceles a los mercados de México y Canadá.
Por ello recomendaron usar el T-MEC como plataforma para coordinar políticas frente a países no aliados, como China, con reglas claras sobre contenido de origen y plazos razonables de adaptación.
Desventajas para fabricantes estadunidenses
Además, el consejo solicita alinear todos los acuerdos comerciales de Estados Unidos para que ningún tratado otorgue ventajas mayores a vehículos con bajo contenido norteamericano.
“Muchos fabricantes extranjeros optaron por no cumplir con las estrictas reglas de origen automotriz del T-MEC y pagar la baja tasa NMF del 2.5 por ciento de arancel", señaló el consejo.
"Como resultado, la mayoría de estos vehículos importados que no cumplen con el T-MEC contienen pocas o ninguna pieza o componente fabricado en Estados Unidos”, detalló.
De igual forma, criticaron que los nuevos acuerdos de comercio recíproco con la Unión Europea, Japón y Corea del Sur, así como los aranceles bajo las secciones 232 (acero y aluminio) y 301 (componentes automotrices).
Esto ya que crearon desventajas competitivas para los fabricantes estadunidenses, elevando costos frente a competidores extranjeros que pueden importar con menores tarifas.
“Los países extranjeros que generan preocupación, pueden eludir todas las medidas de control comercial y las disposiciones sobre las Reglas de Origen de los Automóviles (Auto RoO) simplemente pagando el arancel fijo del 15 por ciento establecido en los tratados sobre las regulaciones de comercio”, dijo.
“Si bien la Administración ha adoptado medidas enérgicas para el control comercial durante el último año (a través de las Secciones 232 y 301, y otras leyes comerciales), ninguno de estos aranceles se aplica a los vehículos importados bajo la baja tasa de dichos tratados” explicó el AAPC.
AG