El mayor fabricante de autos del mundo –título que había conseguido apenas en julio pasado- reconoció haber instalado en 11 millones de automóviles un software para burlar los límites máximos de gases contaminantes que se permiten en todo el mundo. Admitió haber engañado a las autoridades y a sus clientes.
La noticia le ha costado a la empresa la renuncia de su CEO, Martin Winterkorn; la suspensión de ventas en Estados Unidos de sus modelos diésel de cuatro cilindros de las marcas Volkswagen y Audi; alrededor de 50 denuncias de clientes ante cortes federales en Estados Unidos; la posibilidad de una multa de 18 mil millones de dólares y una caída de más de 30 por ciento en el valor de sus acciones.
Volkswagen asegura que está “trabajando a toda velocidad para aclarar las irregularidades”. Mientras tanto, el escándalo podría afectar a la economía de Puebla, en México.
¿Qué hizo exactamente Volkswagen?
Desde 2008, la automotriz instaló en 11 millones de automóviles, con motores diésel TDI de cuatro cilindros –conocidos internamente como EA 189-, un software que reconoce cuando el vehículo es sometido a pruebas para detectar niveles de contaminación y que activa una serie de mecanismos en el motor para que el auto parezca menos contaminante de lo que en realidad es.
Cuando la revisión termina, el automóvil vuelve a operar con normalidad y es capaz de contaminar hasta 40 veces más.
Los autos que fueron equipados con este software son los modelos Jetta, Golf, Passat y Beetle, además del Audi A3.
“Una desviación notable entre los resultados de pruebas de banco y el uso cotidiano en las calles, fue establecida exclusivamente para este tipo de motor. Volkswagen está trabajando intensamente para eliminar estas desviaciones a través de medidas técnicas”, reconoció la empresa en un comunicado.
El engaño fue descubierto desde el año pasado por el equipo del Centro para Combustibles Alternativos, Motores y Emisiones de la Universidad de Virginia Occidental, cuando hacía un estudio por encargo de la ONG International Council on Clean Transportation para demostrar que los motores diésel pueden ser una alternativa baja en emisiones contaminantes. Los autos de Volkswagen rebasaron hasta 30 veces los límites a las emisiones.
El centro informó de los resultados durante una conferencia en San Diego, en 2014. En el evento se encontraban representantes de la Agencia del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA). El resto es historia.