La venta en línea se ha convertido en una de las principales alternativas para comerciantes que buscan reducir costos, ampliar su mercado y adaptarse a los nuevos hábitos de consumo.
En México, cada vez más mujeres emprendedoras han optado por este modelo, aprovechando plataformas digitales y redes sociales para consolidar sus marcas. Tal es el caso de Banellye Puentes, creadora de Clothing Club, una tienda en línea enfocada exclusivamente en ropa, zapatos y accesorios para mujer.
Con una trayectoria de cinco años en la venta de ropa y casi uno dedicado por completo al comercio digital, Banellye comparte con MILENIO cómo fue su incursión al mundo de las tiendas en línea, los beneficios que ha obtenido, los retos que enfrenta el comercio electrónico, la tendencia en las ventas online y la importancia de plataformas como Shopify, empresa canadiense de comercio electrónico con sede en Ottawa, Canadá.
Del comercio tradicional al entorno digital
El origen del proyecto está ligado a una historia familiar y a su experiencia profesional en el marketing digital.
“Todo esto nació a raíz de que mi mamá, por ejemplo, inició vendiendo en los mercados ropa, que es ropa americana, ropa de paca, así como se le conoce. Y bueno, yo la acompañaba y, en algún momento, yo me dediqué al marketing en algunas agencias de marketing y en algún momento dije que me gustaría hacer como este match entre lo que hace mi mamá y lo que hago yo, que es crear marketing”, recuerda.
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Esa combinación fue la base para profesionalizar el negocio y trasladarlo al entorno digital. Al principio inició vendiendo en un local, pero se dio cuenta de que son muchos los gastos que requiere un establecimiento físico y optó por una tienda en línea, “ya que no hay un gasto como tal de renta, ni un tema de pagarle a alguna empleada, ya sabes, como temas de pagar los servicios, etcétera”.
El comercio electrónico en México ha registrado un crecimiento sostenido en los últimos años, consolidándose como uno de los principales canales de venta para pequeños y medianos negocios. De acuerdo con la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), en su Estudio de Venta Online 2024, el valor del comercio electrónico minorista en México alcanzó 658.3 mil millones de pesos en 2023, lo que representó un crecimiento anual de 24.6 por ciento respecto al año anterior.
La moda, una de las categorías con mayor demanda
El mismo estudio señala que siete de cada 10 internautas mexicanos realizaron al menos una compra en línea durante 2023, y que las categorías con mayor demanda fueron moda (ropa, calzado y accesorios), seguida de belleza y cuidado personal, y electrónicos. En particular, la categoría de la moda se mantiene como una de las más dinámicas, especialmente entre mujeres de entre 25 y 44 años, quienes priorizan la comodidad del envío a domicilio y la posibilidad de comparar precios desde plataformas digitales.
Su experiencia sustenta lo dicho por la Asociación Mexicana de Venta Online. “La ropa siempre se va a vender”. Incluso, tomó decisiones estratégicas basadas en el consumo: “Yo también antes vendía ropa de hombre y decidí quitarla porque es mucho más buscada la ropa de mujer”.
En cuanto a la tendencia de las ventas online, Banellye identifica temporadas clave: el cierre del año representa el mejor periodo.
“Ya sea desde que vendíamos físicamente y ahorita en línea, nos damos cuenta de que el pico empieza a partir de finales de octubre y se viene el Buen Fin y luego Navidad”.
Estima que en esta temporada venden el quíntuple, más que en periodos regulares.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a través de la Cuenta Satélite del Comercio Electrónico de México, reportó que el comercio electrónico representó 6.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2022, una participación que ha ido en aumento conforme más negocios migran a esquemas digitales y fortalecen sus canales de venta en línea.
Inteligencia artificial para reducir costos
Clothing Club opera únicamente en línea. “Y ahí fue donde dejé de pagar un local y me enfoqué completamente en la venta en línea de ropa”. Este cambio le permitió comparar de manera directa ambos modelos de venta.
“Ahorita también me estoy apoyando mucho con la inteligencia artificial, que es con lo que nosotros generamos las imágenes para publicarlas en el sitio. Antes se requería más un trabajo como de pagarle a modelos y todo. Y ahora también estamos nosotros aprovechando mucho la inteligencia artificial para poder ahorrar costos y optimizar tiempo personal”.
Entre las ventajas del comercio electrónico, destaca el ahorro económico y la flexibilidad. Aunque reconoce desventajas importantes: “Es que actualmente también, como hay muchas tiendas en línea, hay mucha estafa también… el tema de la confianza es como la desventaja que yo le veo de vender online”.
Aun así, la preferencia de las clientas es clara. “Si lo pongo en la balanza, la realidad es que el 80 por ciento de las personas prefieren pedir directamente a su casa”.
En cuanto a la confianza del consumidor, la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) advierte que uno de los principales retos del comercio electrónico continúa siendo la percepción de seguridad, ya que 34 por ciento de los compradores en línea afirma haber abandonado una compra por dudas relacionadas con fraudes o falta de claridad en los procesos de pago y envío.
Redes sociales y plataformas como eje de venta
Sobre el proceso de compra segura, explica que todo inicia en redes sociales y culmina en su sitio web. “Todas mis campañas son en Instagram, Facebook y Marketplace de Facebook… siempre redirigimos a las personas a nuestro sitio web, que lo creamos en Shopify, que es una plataforma bastante amigable”.
Detalla que Shopify fue elegida por sus beneficios frente a otras plataformas.
“En Shopify yo pago el 3 por ciento de la ganancia directamente a la plataforma y en Amazon parece que son comisiones más altas”.
Actualmente, Clothing Club realiza envíos locales y nacionales. “Mis mayores ventas se centran en Monterrey, Ciudad de México, Guadalajara y Guanajuato”.
La experiencia de Banellye Puentes refleja cómo el comercio electrónico, bien gestionado, puede convertirse en una herramienta sólida para emprender, crecer y adaptarse a un mercado cada vez más digital.
El riesgo creciente del comercio electrónico
El crecimiento del comercio electrónico ha facilitado el acceso a una amplia variedad de productos y servicios; sin embargo, también ha incrementado los riesgos de fraude para los consumidores.
Ante este panorama, Héctor Iván del Toro Ríos, integrante del Departamento de Economía del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara, advierte que uno de los errores más frecuentes al comprar por internet es no verificar la seguridad de las plataformas digitales.
El especialista señala que muchas personas realizan compras impulsadas por la emoción al encontrar precios considerablemente más bajos que en establecimientos formales, sin comprobar la legitimidad del sitio. “Muchas veces lo que hacemos es entrar a páginas que son un poco fraudulentas o que nos redirigen hacia cierta clase de consideración. Entramos, vemos productos y los compramos porque están a menor precio”, explica.
Uno de los principales indicadores de riesgo es la dirección electrónica de las páginas. Del Toro Ríos advierte que pequeñas variaciones en el dominio pueden tratarse de sitios falsos diseñados para engañar al consumidor. “Hay muchas tiendas que dicen tienda de la esquina punto com punto MX y, de repente, aparece www la tienda de la esquina punto MX punto com punto MX. Ese tipo de cambios, que muchas veces vemos como insignificantes, nos daría una alerta para poder visualizar si es una página real o fraudulenta”, señala.
Comprar en comercios formales y con respaldo legal
Otra recomendación fundamental es priorizar las compras en comercios formales que cuenten con respaldo legal, tiendas físicas y plataformas digitales oficiales. Esto permite al consumidor acceder a garantías, pólizas de devolución y mecanismos de atención en caso de que el producto llegue dañado o no corresponda a lo adquirido.
“Hay tiendas departamentales que tienen su venta en línea y cuentan con tiendas físicas, y ahí son los lugares donde deberíamos comprar nuestros artículos para no caer en problemáticas de fraude”, enfatiza.
Asimismo, el académico subraya la importancia de conservar los comprobantes de compra, empaques, garantías y accesorios. Señala que, en muchos casos, las empresas no pueden responder ante reclamaciones si el consumidor no cuenta con estos elementos. “Muchas veces compramos las cosas, sacamos las cajas y las tiramos, y eso es lo primero que nos piden cuando queremos hacer válida una garantía”, explica.
Finalmente, recomienda realizar comparativos de precios entre distintas plataformas oficiales antes de concretar una compra, así como evitar decisiones impulsivas que comprometan la economía personal o familiar. “Hay que tratar de buscar inteligentemente cómo seccionamos las formas de compra para que nuestro dinero nos rinda y no tengamos después problemas de liquidez”, concluye.
En un entorno digital cada vez más presente en la vida cotidiana, la información y la prevención se consolidan como herramientas clave para realizar compras seguras y evitar pérdidas económicas.
JVO
