Durante la presentación de los datos actualizados del sector cárnico, organizada por el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne), se expuso que mientras la mayoría mantiene una tendencia al alza, el consumo de carne de res muestra señales de desaceleración.
Lo anterior explica que el crecimiento proyectado sea de 4.4 por ciento en 2026 y no de niveles cercanos al 17 por ciento observados en otros años.
De acuerdo con lo expuesto, esta proteína ha sido particularmente afectada en los últimos años por diversos elementos, entre ellos el nivel de precios y restricciones en la oferta.
En este contexto, se destacó el papel que ha desempeñado el programa contra la inflación, conocido como Pacic, el cual ha sido clave para contener incrementos en precios.
Sin embargo, se señaló que para el próximo año podría eliminarse el beneficio de tasa cero para la carne de res y de cerdo, lo que implicaría un cambio en el esquema actual.
Según la información, el mecanismo sería sustituido por un sistema de cupos cuyo volumen aún no ha sido definido, lo que introduce un nuevo elemento de incertidumbre en el mercado.
Ernesto Salazar explicó que estos acuerdos se diseñaron originalmente para contrarrestar los efectos inflacionarios observados desde 2022, cuando los precios de los alimentos alcanzaron niveles elevados debido tanto a factores nacionales como internacionales.
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Inflación en diferentes tipos de carne
La implementación de medidas contracíclicas permitió observar una reducción progresiva en la inflación de productos cárnicos durante 2023 y 2024.
No obstante, en 2025 se registró un repunte relevante, impulsado por presiones en costos de producción y condiciones del mercado.
Los precios, tanto al productor como al consumidor, registraron aumentos significativos durante 2025.
En particular, se señaló que la inflación en carne de res alcanzó picos de hasta 17.4 por ciento, luego de haber descendido a tres por ciento en 2023 y a niveles mínimos en 2024.
El análisis también abordó la interdependencia del mercado nacional con la disponibilidad de materia prima en otros países.
En el caso de la carne de res, Estados Unidos enfrenta una reducción en su hato ganadero y dificultades de abasto interno, lo que ha presionado los precios en ese país.
Por el contrario, en el segmento porcino, la mayor producción estadunidense ha permitido ofrecer producto a precios más competitivos, lo que ha influido en el comportamiento del mercado mexicano.
Respecto al pollo, se expuso que, aunque los niveles inflacionarios parecen más bajos en comparación con otras proteínas, existen movimientos erráticos a lo largo de la cadena.
La dependencia de importaciones, principalmente desde Estados Unidos, vuelve especialmente sensible este segmento a las variaciones en precios internacionales, en particular de piezas como pierna y muslo, cuyos aumentos superaron el 19 por ciento en ciertos periodos.
Macarena Hernández subrayó que, además de los factores externos, en 2025 se registraron incrementos importantes en costos operativos.
Entre ellos, destacan el aumento en precios de animales en pie, electricidad, empaques plásticos, agua potable, transporte de carga y salarios.
Estos elementos, de manera acumulada, han ejercido presión sobre la estructura de costos del sector. Al mismo tiempo, se identificaron factores que impulsan la demanda, como:
- Mayores ingresos familiares
- Transferencias gubernamentales
- Remesas
- Aumentos salariales
- La apreciación del peso
No obstante, persisten retos relevantes que afectan la operación y competitividad de las empresas, los cuales generan pérdidas económicas y dificultan el flujo oportuno de mercancías, entre los principales se encuentran:
- La inseguridad
- Robo
- Extorsión
- Bloqueos logísticos
- Barreras operativas.
A ello se suma la complejidad en procesos aduaneros y la sensibilidad de la cadena a cualquier interrupción, dado que muchos productos requieren transporte refrigerado en tiempos muy específicos.
Impacto de la amenaza sanitaria del gusano barrenador
De acuerdo con los datos presentados, desde el establecimiento de restricciones a la exportación de ganado se han dejado de exportar cerca de 1.18 millones de bovinos, con una afectación estimada en mil 552 millones de dólares.
Esta situación ha incidido en el alza de precios de bovinos para sacrificio, que alcanzaron incrementos de hasta 15.4 por ciento.
No obstante, se señaló que la producción de carne no ha disminuido de manera generalizada hasta el momento, ya que incluso algunos estados con presencia de la plaga del gusano barrenador registraron crecimientos.
En el ámbito externo, se destacó que, pese a las preocupaciones por aranceles, el sector cárnico se mantiene dentro de los bienes que no enfrentan gravámenes en el marco del T-MEC.
Las exportaciones mexicanas mostraron una recuperación en 2025, con un crecimiento de 8.9 por ciento en volumen hacia Estados Unidos hasta octubre, rompiendo una tendencia previa a la baja asociada a menor demanda en mercados como Japón y Corea.
Finalmente, se señaló que el incremento en exportaciones, particularmente de carne de res, también puede generar presión sobre el mercado interno, dado el aumento en el consumo nacional.
En este escenario, se planteó la importancia de diversificar mercados y fortalecer acuerdos con países con los que México no tiene tratados, así como dar seguimiento al proceso de revisión del T-MEC previsto para el próximo año, el cual marcará un nuevo contexto para la relación comercial con los principales socios del sector.
AG
