Especialistas de la firma Von Wobeser y Sierra advirtieron que el nuevo proceso del Servicio de Administración Tributaria (SAT) de auditorías exprés para frenar facturas falsas, que entrará en vigor el 1 de enero de 2026, afectará a empresas cumplidas.
De acuerdo con Luis Enrique Torres, consejero en Von Wobeser y Sierra, aunque este nuevo mecanismo del SAT promete frenar rápido las facturas falsas, también genera preocupación, pues puede afectar a empresas que sí son cumplidas.
Afectaciones a empresas responsables
Torres explicó que el problema es que cuando el SAT detecta a un proveedor y declara que sus facturas no son válidas, obliga a sus clientes a corregirse automáticamente, aún si ellos sí realizaron la operación y tienen pruebas.
Es decir, no se les da oportunidad de demostrarlo antes de ser obligados a corregir.
Además, destacó que si esas empresas no corrigen dentro de los 30 días naturales, el SAT puede bloquear también sus sellos digitales, dejándolas sin poder facturar.
En la práctica, pocos se arriesgarán a algo así: lo más “lógico” será pagar o autocorregirse, aunque tengan evidencias de que la operación ocurrió.
El consejero destacó que esta nueva estrategia puede convertirse en una herramienta de presión, usando la amenaza de impedir la facturación para forzar pagos rápidos y correcciones inmediatas.
Además, Enrique Torres precisó que se creó un proceso nuevo, cuando desde 2014 ya existe un mecanismo que permite combatir facturas falsas sin vulnerar derechos, pues ahí tanto proveedores como clientes pueden presentar pruebas antes de que se les exija corregirse.
“El procedimiento de 2014 sí respeta la garantía de audiencia de todos los involucrados, pues permite tanto a los emisores, como a los receptores, aportar pruebas antes de tener que corregirse. De esa manera, en lugar de crear un procedimiento nuevo, se pudo ajustar para acortar plazos y hacerlo más ágil”, dijo.
Asimismo, recordó que este procedimiento está diseñado para que el SAT pueda frenar de manera inmediata la emisión y el uso de comprobantes fiscales falsos (CFDI).
De acuerdo con Juan Manuel Morán, asociado en Von Wobeser y Sierra, la idea de esta estrategia es “cortar el problema de raíz”: suspender de inmediato la facturación del contribuyente que presuntamente emite facturas falsas, verificar en sitio si realmente tiene operaciones y, si no logra desvirtuarlo, declarar que esos comprobantes son falsos, por lo que que no producen efectos fiscales para nadie.
¿Cómo funcionará este nuevo proceso del SAT?
En caso de que el SAT sospeche que una empresa está emitiendo facturas sin que exista una operación real detrás, enviará una orden de visita.
Desde el momento en que la empresa recibe esa orden, su capacidad para facturar queda suspendida al instante.
Además, la autoridad acudirá al domicilio o al lugar donde supuestamente opera el negocio, podrá tomar fotos, videos o audios como evidencia y levantará un acta con lo que encuentre.
Posteriormente, la empresa podrá defenderse presentando pruebas ahí mismo o en los cinco días hábiles siguientes.
Una vez que la empresa entregó las pruebas, el SAT tiene 15 días hábiles para resolver:
- Si demuestra que sí opera realmente, la suspensión se levanta y puede volver a facturar
- Si no lo demuestra, las facturas se declaran falsas y tanto su nombre como RFC se publicarán en la página del SAT y en el Diario Oficial
Es un proceso diseñado para ser rápido y ejercer presión, por lo que tardaría hasta 24 días hábiles como máximo, desde que se entrega la orden.
Además, la Secretaría de Hacienda podrá iniciar acciones penales en contra de quienes estén vinculados a la emisión de facturas falsas.
AG
