El gobierno de México amplió la vigencia del decreto para la regularización de autos usados importados, popularmente conocidos como chocolate, hasta el 30 de noviembre de 2026.
La medida no corresponde al programa de regularización de autos “chocolate”, sino al marco jurídico que permite importar de manera legal y definitiva vehículos usados provenientes de Estados Unidos, Canadá o México, siempre que cumplan con las reglas de origen y requisitos técnicos del acuerdo de libre comercio T-MEC.
De acuerdo con el decreto, se mantienen las disposiciones actuales “a fin de contar con un marco regulatorio que otorgue certeza y seguridad jurídica a los importadores de vehículos automotores usados”
El instrumento ratifica que los autos deberán cumplir con las reglas de origen del T-MEC para gozar de trato arancelario preferencial. México mantiene la facultad de impedir la importación de unidades con reporte de robo, restricciones de circulación o incumplimiento de normas de seguridad y ambientales.
La ampliación busca dar continuidad al esquema de importación legal vigente desde 2011, que ha sido modificado en varias ocasiones para adaptarse a las condiciones del mercado fronterizo y las obligaciones comerciales bajo el T-MEC.
La Secretaría de Economía y la Secretaría de Hacienda refrendaron que el decreto mantiene vigentes las disposiciones técnicas y administrativas para acreditar el origen de los vehículos, conforme a los criterios del T-MEC. Esto incluye la obligación de presentar una certificación de origen y el cumplimiento de las normas ambientales y de seguridad aplicables en México.
El gobierno argumentó que la ampliación del decreto es necesaria para “fortalecer la integración económica de Norteamérica” y ofrecer certeza jurídica a los importadores formales, en especial en la franja fronteriza norte, donde la actividad comercial con Estados Unidos tiene un peso determinante en el mercado automotriz.
KL