Un abanico inédito de organizaciones comunitarias, sindicales y de defensa de los derechos civiles alistan para este sábado 18 de octubre la mayor movilización popular en la nueva era Trump.
Con el estandarte de No Kings (No Reyes), personas de dos mil 500 localidades de Estados Unidos marcharán en rechazo a las acciones “monárquicas ” y “antidemocráticas” de su gobierno, frente a las tensiones generadas por el cierre del gobierno y las redadas migratorias.

El suceso servirá de termómetro para medir la capacidad de organización de cara a las elecciones de medio término agendadas para el año próximo.
Se tiene programado que las protestas se repliquen en otros países, principalmente de Europa, como Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. México también participará con una movilización en San Miguel de Allende, en Guanajuato.
Esta vez los ojos están sobre ciudades con alcaldes demócratas, como Memphis, Tennessee; Portland, Oregon; y Chicago, Illinois, esta última como el epicentro de los operativos y redadas.

La administración de Donald Trump ha solicitado la intervención de soldados bajo el argumento de que los manifestantes ponen en riesgo la seguridad de agentes del Servicio de Migración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), que encabezan los operativos antinmigrantes, decisión que ha sido combatida por las propias ciudades en tribunales federales.
¿Qué se espera para la protesta?
La manifestación arrancará al mediodía, en el centro de la ciudad, en el Grant Park de Chicago, una de las ciudades santuario para migrantes más grande en los Estados Unidos, y con una importante concentración de mexicanos en su territorio.
Las protestas se tejieron a través de una red de organizadores que a su vez, apoyaron a miles de promotores de eventos en ciudades del país, donde se entregaban kits de promoción en redes sociales y medios para hacer eco de cada manifestación.
El llamado de la protesta plantea que se realice de forma pacífica; sin embargo, las reacciones violentas de autoridades federales —como las de agentes migratorios durante protestas anteriores en Chicago—, han llevado a que los organizadores de la manifestación realicen talleres, cursos y boletines informativos en los que explican los derechos de los manifestantes, técnicas para desescalar enfrentamientos, así como protocolos de seguridad.
Se trata de la segunda movilización nacional en contra de las políticas de Trump, luego que en junio más de cinco millones de personas se manifestaron en dos mil 100 localidades del país para opacar su celebración de cumpleaños en coincidencia con el 250 aniversario del nacimiento del Ejército de los Estados Unidos
Recorrerá todo Estados Unidos
Aunque los eventos insignia tendrán lugar en las grandes urbes liberales de San Francisco, Washington DC, Boston y Nueva York, la jornada nacional de protesta abarca las calles de los suburbios y pueblos pequeños de la geografía de Estados Unidos.
“No solo hacemos esto para tener un mapa, para conseguir cobertura mediática o para estar del lado correcto de la historia; la protesta pacífica es estratégica”, sostuvo el principal organizador, Ezra Levin, del grupo Indivisible.
La movilización tiene dos objetivos estratégicos: uno es romper esa "burbuja de inevitabilidad, esa sensación de que este tipo es todopoderoso y no deberíamos plantar cara", dice Levin.
"También se trata de ver cuántas personas se sumen a la iniciativa, organizándose para el futuro. Y ahí es donde debemos ir ahora".
Estados Unidos celebra elecciones intermedias en noviembre del próximo año. Tanto los demócratas como grupos progresistas buscan recuperar el control de la Cámara de Representantes y del Senado para edificar un muro anti-Trump y forzarlo a moderar sus políticas, en especial en materia de salud y migración.

Entre los organizadores figuran además algunos de los mayores grupos de defensa de los derechos civiles como la Unión Nacional de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), Public Citizen y MoveOn, junto con un amplio abanico de sindicatos y organizaciones de base como el grupo 5051 formado tras el triunfo electoral de Trump en 2024.
¿Antifa involucrado?
Aunque inicialmente el movimiento No Kings fue ignorado por la Casa Blanca y los republicanos, la nueva movilización detonó una reacción más agresiva por parte de la administración Trump. Puso en marcha una estrategia para colocar a los manifestantes dentro del movimiento Antifa, designado como una organización terrorista doméstica.
El “látigo” o número 2 de la jerarquía republicana de la Cámara de Representantes, Tom Emmer, declaró que el evento está siendo promovido por "el ala terrorista" del Partido Demócrata.
"Lo llamamos la manifestación 'Odio a Estados Unidos' porque se verá el odio hacia el país por todas partes cuando se presenten", declaró a Fox News.
"Se rumorea que [los demócratas] no pueden poner fin a este cierre porque este pequeño pero muy violento y ruidoso grupo es el único que está contento con esto".
Más aún el diario de Wall Street Journal, reportó que la administración Trump está reestructurando la unidad de investigación criminal del Servicio de Impuestos Internos (IRS, en inglés) para identificar mejor a los grupos y donantes de izquierda, como el billonario George Soros.
Un alto funcionario del IRS declaró al rotativo financiero que ya se ha elaborado una lista de posibles donantes para investigar, incluyendo a Soros. Para facilitar la búsqueda se designaron aliados del presidente Trump en la división de Investigación Criminal del IRS.
La operación busca intensificar los esfuerzos de Trump y su administración para perseguir a las organizaciones de izquierda que, según el presidente, están generando caos en las ciudades demócratas, señaló el WSJ.
"No me sorprende, pero es realmente preocupante, es inconstitucional e ilegal, pero no vamos a ceder", reaccionó Levin.
“Primero te ignoran, luego se ríen de ti, luego te combaten, y luego ganas. Estamos a un paso de ganar. Ya no nos ignoran. No se ríen de nosotros. Les preocupan las protestas pacíficas y generalizadas en todo el país, y eso aplica a cualquier régimen autoritario en cualquier parte del mundo”, apuntó
Dan talleres para prevenir detenciones arbitrarias
Ante la posibilidad de que la administración Trump despliegue a agentes migratorios en algunas de las ciudades que tendrán eventos durante la jornada de protesta, las organizaciones participantes desarrollaron talleres virtuales en línea para informar a la población sobre sus derechos, en especial a la comunidad hispana.
Maribel Hernández Rivera, directora nacional de Estrategias para la Comunidad Inmigrante de la ACLU, sostuvo que la participación cívica pacífica es un derecho protegido constitucionalmente.
Y eso es lo que se hará con esta nueva movilización de No Kings: reunirnos pacíficamente. De forma no violenta, de forma en la cual se podrá decir lo que queremos. Y expresar opiniones buscando ser escuchados.
MD