La mañana del domingo 19 de octubre, un grupo de al menos cuatro individuos irrumpió en el Museo del Louvre, en París, para robar varias joyas de la corona francesa con un valor aún sin estimar.
En sólo ocho minutos, los ladrones ingresaron a la Galería de Apolo con ayuda de un camión montacargas y una sierra radial, rompieron dos vitrinas y hurtaron nueve piezas que datan del siglo XIX, según informes policiacos retomados por AFP.
Después de evacuar el museo y revisar las instalaciones, las autoridades se percataron de que los atracadores ignoraron una de las piezas más valiosas de todo el museo: 'El Regente', un diamante de 140 quilates. ¿Cuál es la historia de esta joya y qué pudo haber disuadido a los ladrones de llevársela? En MILENIO te contamos.
El pasado sangriento de 'El Regente'
Las historias sobre el origen de 'El Regente' son variadas, pero el Louvre ha rastreado su descubrimiento hasta el año 1698 en las minas de Golconda, una ciudad fortificada que se encuentra en India.
Se presume que este diamante fue hallado por un esclavo, quien se hizo una herida en la pierna para esconderlo y venderlo por su propia cuenta, según recogen informes de la Sociedad Internacional de Gemas (IGS) y el sitio web del subcastillo de Stratford en Wiltshire, Inglaterra.
El descubridor de 'El Regente', cuya identidad es un misterio, huyó a la ciudad antiguamente conocida como Madrás para vender la gema. Ahí, un capitán inglés se ofreció a comprar el diamante, pero asesinó al esclavo para quedarse con él y comercializarlo por cuenta propia.

El primer dueño conocido de esta piedra fue Thomas Pitt, gobernante del Fuerte San Jorge —cerca de Madrás— quien la adquirió en 1701 a un elevado precio tras dos meses de negociaciones.
A petición suya, el diamante fue enviado a Inglaterra en 1702 para someterlo a una técnica de tallado que permitiera obtener ángulos perfectos y un brillo inigualable. Durante los dos años que tomó la operación para embellecer al 'Regente', se obtuvieron piedras secundarias que se vendieron al zar Pedro El Grande, acorde con los informes del Louvre.
Desde que tuvo conocimiento sobre su hallazgo, el regente de Francia, Felipe II de Orleans, se mostró interesado en el diamante y concretó su compra en junio de 1717. Dos años más tarde, el valor de la joya ya se había triplicado, de acuerdo con datos proporcionados por el museo parisino.
¿Cuál es el valor de 'El Regente' y por qué es un diamante tan preciado?
La ficha técnica del diamante expuesto en el Louvre lo describe como "el más bello del mundo", debido a su impecable pureza y a su color "perfectamente blanco".
Esta joya fue robada en 1792, durante la Revolución Francesa, y recuperada al año siguiente. Cuando se ostentaba como primer cónsul, Napoleón Bonaparte adquirió 'El Regente' de forma definitiva en 1801.
Al ser una de las piezas más preciadas de la corona francesa, 'El Regente' ha sido utilizado como adorno por una amplia variedad de personajes históricos, como Luis XV, Luis XVI, Napoleón Bonaparte, Carlos X y la emperatriz Eugenia de Montijo. Llegó al Museo del Louvre en 1887 como parte de la colección de tesoros reales.
Datos de la casa de subastas Sotheby's y la aseguradora de joyería BriteCo sostienen que 'El Regente' tiene un valor que supera los 60 millones de dólares.
¿Por qué 'El Regente' no ha sido robado de nuevo?
Ante el reciente atraco en el Louvre, surgieron múltiples dudas respecto al motivo por el cual el grupo de ladrones habría ignorado la preciada joya descubierta a finales del siglo XVII.
Según diversas consideraciones difundidas en la prensa internacional, la principal razón que habrían tenido para no llevárselo sería la dificultad para venderlo en el mercado negro, debido a que es una pieza sumamente reconocible y cualquier movimiento podría rastrearse con facilidad.
Además, a diferencia de otras piezas extraídas de la Galería de Apolo, 'El Regente' no se puede desmontar ni fragmentar con la misma facilidad.
BM.