Maribel vive una de las consecuencias más duras de las llamadas redadas antiinmigrantes en los Estados Unidos desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, que es la separación de las familias, ya que el 6 de noviembre su único hijo, Eliud Cisneros, de 22 años de edad, fue deportado a México.
La madre de familia compartió que fue hace 22 años que llegó a Estado Unidos, en donde el llamado “sueño americano” se ha vuelto una pesadilla.
Maribel y su historia: ¡Qué pasó?
Llegó con su hijo en brazos a la ciudad de Chicago, Illinois, en donde las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) se han vuelto violentas.
En entrevista con MILENIO, Maribel compartió que, ese 6 de noviembre, su hijo trabajaba en la construcción, pese al resfriado que presentaba. Minutos más tarde llamaron a su hija para informarle sobre la detención de su hijo.
Al llegar al lugar, los vecinos le enseñaron las grabaciones sobre la detención, la cual se dio en movimiento, es decir, mientras él circulaba con su camioneta cuando, de pronto, le cerraron el paso tres unidades del servicio de inmigración.
“Eran tres camionetas. Lo acorralaron: primero bajaron a un trabajador y luego a otro y al último bajaron a mi hijo, que era el que estaba conduciendo”, dijo Maribel.
Su hijo fue llevado al centro de detención de Chicago, en donde permaneció de jueves a sábado, pues su proceso fue veloz.
“Todo lo hicieron rápido, estuvo detenido tres días y para el sábado en la noche él ya estaba en Texas”, dijo la madre de familia que no tuvo oportunidad de contratar un abogado para evitar la deportación.
En cuestión de horas, su hijo ya se encontraba en México, específicamente en la comunidad de San Martín, Puebla, su ciudad natal, pero a la cual nunca regresó.
“No tenemos nada allá. Mis papás murieron, mis hermanos también; mi hijo llegó a un país desconocido, porque yo me lo trabajé chiquito.
"Tengo dos hijas que son residentes. Mi hija mayor tuvo que pedir apoyo económico con los conocidos para que ella pudiera volar el domingo, porque a él lo iban a liberar el lunes. Se fue el domingo para poderle conseguir un cuarto o algo de renta para que mi hijo tuviera dónde llegar”, explicó la madre de familia.
Acordó salida voluntaria
Por fortuna, dijo, pudo tramitar en el consulado mexicano su credencial de elector, único documento que le dejaron las autoridades estadunidenses antes de deportarlo, además de la ropa que llevaba y su celular.
La credencial del INE le permitió tomar un avión rumbo a Puebla, donde únicamente le quedan uno que otro tío y primos, así como una vida por empezar en un país que, si bien es donde nació, es desconocido para él.
De acuerdo con Maribel, su hijo firmó su salida voluntaria ante ICE debido a todo lo que vivió en el centro de detención, en donde incluso las mujeres embarazadas dormían en el piso. Además, les decían que si no firmaban, serían enviados a otro centro de detención donde podrían permanecer por meses e incluso años.
Maribel sufre por no poder ayudar a su hijo, quien dejó a un pequeño de 9 años de edad en casa que espera que su padre regrese.
La madre de familia dijo que no descarta la idea de presentar una denuncia por cómo se dio la detención de su hijo; sin embargo, ahora toca esperar y rezar a Dios para poderse reencontrar.
HCG