La fase del Play-In que se disputa en este Apertura 2025 marcará el final de una etapa efímera en el futbol mexicano. Después de dos años de intentos por consolidar un sistema que prometía mayor competencia y oportunidades para más clubes, la Liga MX ha decidido eliminarlo. Así lo determinaron los dueños de los equipos durante la Asamblea realizada en mayo de este año, en la que acordaron que, a partir del Clausura 2026, ya no existirá esta ronda de reclasificación previa a la Liguilla.
Este Apertura 2025 será, entonces, el quinto y último torneo en el que se dispute el Play-In dentro de la Fase Final, cerrando definitivamente un experimento que nació con metas ambiciosas, pero que en la práctica no ofreció los resultados esperados.
De los 12 clasificados, a un formato inspirado en la NBA
El Play-In se implementó tras la desaparición del formato en el que únicamente ocho equipos avanzaban directamente a la Liguilla. La Liga Mx permitió entonces que 12 clubes tuvieran posibilidades de pelear por el título: los primeros cuatro pasaban directo a cuartos de final, mientras que del 5 al 12 se enfrentaban en un partido único en casa del equipo mejor colocado para definir a los últimos invitados.
Sin embargo, este modelo duró poco. A partir del Apertura 2023, la estructura cambió: solamente 10 equipos podían competir por el campeonato. Los primeros seis clasificaban de manera directa, mientras que los lugares 7, 8, 9 y 10 se enfrentaban en una fase completamente nueva, inspirada en el sistema de la NBA, con la intención de que más equipos llegaran vivos hasta el final del torneo y se generara mayor emoción en la recta final del certamen.
La idea parecía atractiva: ofrecer una segunda oportunidad a clubes que no alcanzaban los primeros puestos, incrementar la competencia y añadir dramatismo con duelos de eliminación directa… pero en la práctica estos objetivos nunca se cumplieron.
Los mismos de siempre: el séptimo y octavo
A pesar de que el Play-In abría la puerta para que los equipos ubicados hasta el décimo lugar pudieran colarse a la Liguilla, la realidad mostró una tendencia contundente: siempre avanzaron los mismos.
En las cuatro ediciones disputadas hasta ahora: Apertura 2023, Clausura 2024, Apertura 2024 y Clausura 2025, los clasificados fueron el séptimo y el octavo lugar, aunque en diferente orden según el torneo. Es decir, nunca avanzaron el noveno ni el décimo, confirmando que el Play In nunca generó sorpresas, ni permitió que los equipos con peores campañas tuvieran un repunte inesperado.
En los últimos tres torneos, el patrón fue aún más marcado: el octavo venció al séptimo en el primer duelo, avanzando directo como séptimo a la Liguilla y obligando al séptimo original a jugar el segundo partido para entrar como octavo.
La falta de sorpresas debilitó el atractivo del formato y expuso la escasa competitividad de los equipos que ocupaban los puestos 9 y 10. En términos estrictamente deportivos, no tenían argumentos para competir por un lugar en la Liguilla, algo que el campo confirmó torneo tras torneo.
Un balance pobre
Si bien la idea del Play-In surgió, entre otros motivos, como un mecanismo para atraer mayor audiencia y generar ingresos adicionales tras la pandemia, el balance competitivo fue limitado. Al final, los equipos que ingresaron por esta vía generalmente quedaron fuera en los cuartos de final, salvo una excepción notable: América, que en el Apertura 2024 llegó desde el Play In como séptimo y terminó coronándose campeón.
Sin embargo, en ese caso aislado no fue suficiente para justificar la continuidad de un formato que no cumplió con su objetivo principal: ampliar verdaderamente la ventana competitiva.
RGS