Treinta años retrocedemos en el tiempo. Cuando la Guerra Fría todavía estaba helada y las sensibilidades de las potencias a flor de piel.
Entre las propuestas soviet, estaba neutralizar a la devastada Alemania sin integrarla y pues EU no quiso.[OBJECT]
Rusia se puso más brava y después exigió que sí, que Alemania estuviera unificada pero que fuese comunista.
Hicieron muchas maniobras que según los gringos, eran para confundirlos. Se agarraron del chongo en Ginebra, Suiza, en sus juntas donde arreglaban puro cuerno. Siguieron con sus bombas.
No todo en la vida de las princesas es color de rosa, y si no, que le preguntaran a Margarita Rosa de Inglaterra.
La pobrecilla era muy enamorada pero por sus obligaciones princeseriles no podía andar dándole vuelo a la hilacha a gusto. El gobierno británico le dio chanza de recuperarse de tanto desamor.
Fue descubierta una amplia red de traficantes de algodón de "luna" que distribuía en toda la región.
Así le decían a la fibra que era robada de noche, pizcada a la luz de la luna, explotando a los ejidatarios que tenían grandes pérdidas. De por sí, aquí pagaban muy barato el algodón.
Todavía rondaba feo el fantasma del comunismo y en Torreón, batallaron pero se juntaron comunistas laguneros que concluyeron su manifestación con un saludo al Soviet.
Aunque no sin incidentes, porque la verdad que no tenían permiso de las autoridades.
Desde entonces estaban los pleitos entre árabes e israelíes, también en América del Sur, donde los golpistas le apostaban a la omnipotente voz de la violencia.
Incluso acá en Torreón, huelguistas de la empresa de los hermanos Garza y patrones, se agarraron a trompadas.
Muy mal comían los mexicanos. Apenas nos tocaban en promedio ocho huevitos al mes por persona.
Las comparaciones eran imposibles, por que nos comparábamos con EU. Si nos hubiéramos comparado con la India o la misma Alemania.
Y muy feo susto se llevaron en la capital cuando confundieron un terregal bien feo con una explosión atómica y ya todo mundo se sentía mutar. El polvo se puso en forma del hongo maléfico, pero gracias a Dios, no era.[OBJECT]
Consuelo Padua Cárdenas era la primera y única aviatriz mexicana. Tenía 26 años y se desempeñaba como instructora de vuelo, una pionera sin dudas.
Ella murió en el primer choque entre aviones en el país, entre la nave de Consuelo y la del militar Gilberto Lozano, que también murió.