Esas estructuras blanquecinas que se ven en el dorso de la nariz no son puntos negros y por más que intentes extraerlas, van a volver a aparecer. Se llaman 'filamentos sebáceos' y se ven como puntos blancos grasosos.
Los filamentos sebáceos son finas acumulaciones de grasa que se caracterizan por aparecer en zonas del rostro como la nariz, la frente y alrededor de la barbilla. Estos no desaparecen y la piel los genera de forma natural, pero suelen ser más visibles en pieles grasas y mixtas.
Algunas veces los filamentos sebáceos se combinan con la incorrecta higiene de la piel y pueden tornarse más visibles, hasta simular ser puntos negros. Pero no lo son. Entonces, ¿cómo puedes diferenciar los 'puntos negros' de los filamentos sebáceos?
Los puntos negros no son estructuras normales de la piel. Se forman cuando se genera un tapón de sebo y restos celulares a nivel de los poros. Este contenido se oxida, endurece y se torna oscuro, convirtiéndose en un punto negro.
¿Cómo diferenciarlos?
Los filamentos sebáceos son pequeños y planos. Mientras que los puntos negros son más grandes y con elevaciones. Estos últimos pueden aparecer en la cara, pecho, espalda, brazos y abdomen. Y sí requieren ser extraídos por un profesional.
Los filamentos sebáceos, al ser estructuras normales de la piel, no requieren ser extraídos de manera definitiva, pero puedes hacer algunas cosas para disimularlos:
Usar limpiadores faciales o sérums adecuados para tu tipo de piel que contengan ácido salicílico.
Si tu piel es muy grasa, acude con un dermatólogo para que descarte cualquier tipo de alteración hormonal que lo esté ocasionando.
Mantén una dieta equilibrada.
Lo que NO debes hacer
Intentar extraer los filamentos sebáceos no los elimina definitivamente porque son estructuras normales de la piel. Evita:
No aprietes la piel para extraer los filamentos sebáceos.
No utilices cintas o máscaras tipo 'peel off'. Esto solo irritará tu piel y no elimina los filamentos sebáceos.
evr