Hermes Arroyo no viene de una familia dedicada a las mojigangas, pero el amor por el arte lo fue llevando por distintos caminos hasta que comenzó a experimentar con estos títeres, marionetas o esculturas de gran altura.
El artista es uno de los más importantes creadores de mojigangas de México. Desde su taller en San Miguel de Allende, ha hecho las de distintos personajes famosos, como los ex presidentes Vicente Fox y Andrés Manuel López Obrador; sin embargo, lo que a él le gusta es fabricarlas inspirado en la gente, el pueblo. Por eso, hoy no pueden faltar en bodas, carnavales y distintos eventos.

¿Cómo inicias en todo esto de las mojigangas?
Desde morillo era muy inquieto y un día mi padre me lleva a la casa de la familia Almanza, de mi padrino Gerardo, que tenía muchas obras de arte, y creo que ahí nació todo mi interés por el arte; años después me voy con ellos a Monterrey y algo curioso: me dan una beca para estudiar en la Esmeralda, pero no había dinero y no pude entrar.
¿Cuándo comienzas a trabajar en forma?
En el taller de don Genaro veo cómo trabajan con las imágenes religiosas, el arte sacro; hacen santos e imágenes religiosas y yo no me despego de ellos y aprendo todo lo que hacen y cuando vuelvo a San Miguel de Allende es el momento en que comienzo a hacer mojigangas siendo muy joven. De hecho, en San Miguel ya tenía mojigangas, pero eran cosas como el Chapulín Colorado o de Walt Disney que a mí no me interesan; a mí me gusta la vida de la cultura popular, la gente convertida en gigantes.

¿Y cuándo montas el taller?
Seguí junto con mi padrino, pero ya era mi taller y quería hacer muchas cosas. Trabajé mucho siempre pensando en que los artesanos de San Miguel también nos pudieran ver, que nos conocieran y un día un museógrafo de Nueva York va al taller y me compra mis monas gigantes. Luego vino la actriz Eva Méndez a San Miguel y comenzaron a pedirme las mojigangas por todas partes: personajes famosos, hoteles, para bodas, pero yo nunca dejé de ir a las fiestas populares de forma gratuita.
Están de moda
Y justo en esos años, las bodas se vuelven muy populares y las mojigangas de Hermes Arroyo se vuelven las principales invitadas y comienza a producir en cantidades importantes, las expone y gana reconocimientos. Incluso, en 2016, Arroyo fue parte de una delegación mexicana que visitó el Vaticano y se llevó a sus “monas” que bailaron por la plaza.
¿Ahora mandas tus mojigangas a todos lados?
Sí, incluso a Oaxaca, que también adoptó la tradición, porque ahora las están haciendo de plástico. De hecho, mandé una a los Grammys, me pidieron un Pancho Villa y he participado en los desfiles y fiestas gays de la Ciudad de México; estamos por todos lados.
¿Lograste que las mojigangas tuvieran reconocimiento?
Sí, siempre las hago con mucha felicidad y con la idea de que no se pierda la tradición y también engrandecer a la misma gente, porque mis mojigangas no son Madonna o famosos; es la gente, pero un poquito más grande (risas).
¿Cuánto te llevas en la construcción de una?
Para una de aproximadamente dos metros, tres semanas, porque lo que hacemos es muy figurativo, son muy humanoides, están bien trazadas y estructuradas, porque yo sí sé hacer un cuerpo humano y están hechas con buenos materiales y la mojiganga más grande que he fabricado es una de ocho metros.

Cuéntame sobre el otro proyecto de mojigangas que tienes.
Dedico mucho de mi tiempo a trabajar con la comunidad, con niños y en ranchos, con todos los que quieran, y llevamos mojigangas para el Día del Niño, para el de la Santa Cruz e incluso van a mi casa y les presto mojigangas a las comunidades y luego nos pagan con un mole o las señoras llegaban a lavarle la ropa a mis monas y todo es muy bonito.
¿La tradición de las mojigangas está muy viva?
Sin duda, cada vez hay más gente que las está haciendo; de mi taller han salido muchas personas que se están dedicando a eso en distintos lugares. A los niños que les encantan las mojigangas, tengo una exhibición de 30 en mi taller y la gente me las sigue pidiendo.
Una colección importante que hizo el artista fue para el hotel Casa de Sierra Nevada con mini mojigangas de personajes como Diego Rivera, El Santo, Frida Kahlo, Guillermo del Toro y algunas personalidades de San Miguel de Allende.
Y en este momento, el artista fabrica una “Garbancera” o "La Catrina" de José Guadalupe Posada que irá a un museo, entre otros proyectos.

¿Te gustaría que se creara un museo de las mojigangas?
Claro, me encantaría tener un museo de sitio, donde hubiera una colección de mojigangas de Michoacán, Oaxaca, San Miguel de Allende, de todas partes, y enseñar cómo es el proceso para hacerlas y que sea un proyecto sustentable; pero nada de no tocar, todo es agárralo, bríncale, métete, échate una bailadita, que sea muy divertido ir a visitarlo…
¿Cuál es tu sueño?
Me encanta mucho esa frase de Diego Rivera, que habla sobre que el arte es un medio de comunicación, y entra muy coherente a la vida de las mojigangas, porque para eso sirvieron en su momento y es algo que he hecho durante 45 años. Les di una refrescada, las mojigangas tienen mucho para dar y hay que llenar el mundo de ellas.
Y además
Un gigante hecho a mano. Un títere, marioneta o escultura gigante. La cabeza y busto son hechos de cartonería/papel maché y después montados sobre una estructura que soporta la cabeza/busto y le da su altura de 2 a 6 metros. Un vestido del personaje va encima del busto y la estructura con una abertura al nivel de los ojos de un bailarín quien se mete con los tirantes puestos y sus piernas se convierten entonces en las de la mojiganga.El Círculo Internacional de los Amigos de los Gigantes en Barcelona tiene documentada la existencia de figuras gigantes en alrededor de 110 países. Hermes Arroyo tiene su taller, que se llama La casa de las mojigangas, que tiene las puertas abiertas a los interesados de este arte e imparte talleres a la comunidad de San Miguel de Allende y sus alrededores. https://casamojigangas.com/hermesarroyo.html