En el corazón de la Riviera Maya, rodeado por la exuberante selva tropical y frente a las aguas turquesa del Caribe, el resort Conrad Tulum Riviera Maya ha dado vida a uno de los eventos gastronómicos más ambiciosos y vibrantes del sureste mexicano: Cumé. Este festival culinario, más que una muestra de sabores, es una experiencia sensorial que rinde homenaje a la diversidad cultural, a la riqueza de los ingredientes locales y a la creatividad sin límites de los grandes talentos de la cocina contemporánea.
En su más reciente edición, Cumé se consolidó como una plataforma que no solo celebra la comida, sino que también promueve la colaboración entre chefs nacionales e internacionales, productores locales, artesanos y expertos en hospitalidad. La sede del evento fue el restaurante Autor, elogiado por la guía Michelín por sus creativos y sofisticados menús, donde se reunieron algunos de los nombres más reconocidos del panorama gastronómico, quienes, a través de cenas maridaje, catas, demostraciones en vivo y charlas, exploran nuevas formas de contar historias a través del sabor.
El espíritu de Cumé
La palabra “Cumé” proviene del maya y se refiere a “comer” o “alimentarse”, pero también alude a una experiencia más profunda: compartir, aprender y disfrutar en comunidad. Esta filosofía está presente en cada detalle del evento, desde la selección de ingredientes hasta la ambientación de los espacios donde se llevan a cabo las cenas. El entorno natural de Conrad Tulum —construido con respeto a la selva y con una arquitectura que fluye con el paisaje— se convierte en el escenario perfecto para este viaje culinario.
Cumé no es un evento estático: su programación cambia cada día e incluye mesas redondas sobre sostenibilidad alimentaria, recorridos por mercados locales, talleres con cocineras tradicionales y colaboraciones entre chefs de distintas latitudes que reinterpretan los ingredientes de la región. Así, platos emblemáticos como el tikin xic, los tamales de hoja santa o los ceviches con frutas tropicales se transforman en propuestas contemporáneas sin perder su raíz.

Alan Carias: el alma creativa de Cumé
Detrás de la curaduría y ejecución del festival se encuentra Alan Carias, chef ejecutivo de Autor y de Conrad Tulum, quien se ha convertido en uno de los grandes impulsores de la escena culinaria del Caribe mexicano. Su visión no se limita a la excelencia técnica ni al lujo como fin, sino que busca establecer un diálogo entre la tradición y la innovación, entre la tierra y el plato, entre lo local y lo global.
“La misión más importante que tenemos en Conrad y cualquier chef es hacer que su gente regrese al día siguiente con una sonrisa en la cara, ese es el gran reto —nos dice—. Y este tipo de encuentros gastronómicos nacen de la necesidad de trazar puentes entre quienes nos dedicamos a esto. Cada lugar tiene un sabor, un ingrediente que los distingue, pero la idea es mostrar que la comida mexicana tiene un potencial fuera de serie, que se puede ir más allá y que siempre podemos sorprendernos con un platillo”, asegura Carias, quien en esta ocasión invitó al chef Carlos Galán, de Guzina Oaxaca, a compartir su cocina.
“La verdad, los elijo porque creo que son chefs que están marcando a México. Si bien siempre hablamos de Enrique Olvera (Pujol) o de Jorge Vallejo (Quintonil), hay mucho talento en México y cada uno de los invitados de Cumé son cocineros que están haciendo cosas que realmente me motivan a aprender de ellos. Entonces, la conexión que hacemos es que, literal, vengan y se sientan en casa, que traigan un poco de lo que saben hacer, lo compartan con nosotros y que disfrutemos todos en la cocina y, principalmente, en la mesa”.
Alan Carias entiende la cocina como un vehículo para contar historias, reivindicar saberes ancestrales y generar conexiones humanas. Su liderazgo en Cumé ha sido clave para posicionar a este festival como una experiencia transformadora. Más allá de su impecable manejo de técnicas de alta cocina, destaca por su compromiso con los productores y pescadores locales, con quienes ha tejido una red que garantiza ingredientes frescos, éticos y de calidad.
“De ahí que también queremos formar un colectivo donde realmente podamos hacer que las manos mexicanas de Quintana Roo tengan un proceso diferente. Si bien nosotros vivimos aquí y somos los que tenemos que presentar el producto final, también queremos destacar el trabajo de los proveedores locales, de la gente que realmente hace posible que nosotros todos los días tengamos producto fresco, a pesar del clima y de que no siempre está a la mano. Me encantaría decir que aquí tenemos a la vuelta Xochimilco o, como muchos chefs allá que van al Estado de México, compran directamente en las milpas, y no es así; pero algo más de lo que buscamos en cada edición de Cumé es precisamente eso: dar reconocimiento a cada una de las partes que hacen de la gastronomía un placer”, comparte.
Durante el evento, Carias no se limita a los fogones: dirige catas, modera charlas y participa activamente en las cocinas abiertas donde los comensales pueden observar el proceso creativo de cada platillo. Su energía es contagiosa y su enfoque, profundamente humano. Gracias a su impulso, Cumé se ha convertido también en una plataforma para visibilizar el talento joven y para fomentar una gastronomía más consciente y colaborativa.

La experiencia Conrad: lujo con propósito
Conrad Tulum, parte del portafolio de Hilton, no es un resort más: ha apostado por un enfoque sofisticado, pero profundamente arraigado en la cultura local. Su propuesta culinaria —encabezada por Alan Carias— se manifiesta en varios restaurantes de autor que celebran sabores de México, Asia, el Mediterráneo y el Caribe. Durante Cumé, estos espacios se transforman en laboratorios de creatividad, donde los límites entre el comensal y el chef desaparecen.
Uno de los momentos más destacados de la edición más reciente fue la cena de clausura, en la que Carias cocinó a cuatro manos con una chef indígena invitada del centro de México. El menú, inspirado en los ciclos agrícolas, incluía ingredientes como maíces nativos, quelites, huitlacoche y chiles ahumados, todos presentados con técnicas contemporáneas y maridados con vinos naturales de Baja California y coctelería botánica.
El resultado fue una experiencia que no solo deleitó el paladar, sino que conmovió a los asistentes por su fuerza narrativa y sensibilidad estética. Es este tipo de momentos —donde se funden lo ancestral y lo contemporáneo, lo lúdico y lo espiritual— los que definen la esencia de Cumé.
Cumé ha demostrado que un festival gastronómico puede ir mucho más allá del hedonismo: puede ser un acto de resistencia cultural, una plataforma educativa y una celebración honesta de la biodiversidad mexicana. Bajo el liderazgo de Alan Carias, el evento no solo ha elevado el perfil de Tulum como destino culinario de clase mundial, sino que ha contribuido a revalorizar el papel del chef como agente de cambio social.
El reto ahora es mantener este nivel de profundidad, autenticidad y compromiso. Y si algo ha dejado claro Alan Carias con su trabajo en Conrad Tulum y su visión para Cumé, es que el futuro de la gastronomía está enraizado en el respeto por la tierra, en el diálogo intercultural y en el placer compartido de sentarse a la mesa.