La muerte de dos médicos mexicanos en la Patagonia chilena ha generado una profunda consternación en Aguascalientes, estado donde ambos residían desde hace ocho años. La pareja, originaria de Michoacán, murió tras quedar atrapada en un temporal extremo mientras realizaba una ruta de senderismo en el Parque Nacional Torres del Paine, uno de los destinos naturales más visitados de Sudamérica.
Su fallecimiento no solo sacudió al gremio médico, sino también a la comunidad que los había recibido, luego de que decidieran dejar su estado natal para huir de la violencia.
La doctora Cristina trabajaba como radióloga en la Clínica 3 del IMSS, mientras que su esposo, el doctor Julián, era médico familiar en la Clínica 7. Sus compañeros los recuerdan como profesionales dedicados, respetuosos y cercanos con sus pacientes. En su entorno laboral, la noticia se difundió con rapidez y dio paso a mensajes de solidaridad y condolencias dirigidos a la familia.
Un viaje largamente planeado
De acuerdo con la familia, el viaje a Chile no fue improvisado. Era parte de un proyecto de vida que la pareja había sostenido durante años; viajar con frecuencia, conocer otros países y realizar actividades al aire libre.
Habían decidido no tener hijos para poder seguir explorando el mundo, una decisión que, según su hermano Carlos Calvillo, tomaron de manera consciente y plenamente compartida.
“Eran dos grandes personas dedicadas tanto a la familia como a sus amigos y a su trabajo… muy dedicados, profesionistas en toda la palabra”, relató Carlos, visiblemente afectado.
Un año antes, la pareja viajó a Argentina para realizar un recorrido similar. Aquel viaje fortaleció su interés por regresar a la región y completar rutas que les habían quedado pendientes. Por eso, desde mediados de este año comenzaron a planear el retorno a la Patagonia chilena.
Hace seis semanas, el hermano de Julián viajó desde Michoacán a visitar a la pareja en Aguascalientes. En esa visita pudo ver que el viaje ya estaba completamente preparado: equipo, itinerarios, ropa térmica y la documentación necesaria.
“Ya tenían todo su equipaje listo”, confirmó Carlos.
Condiciones climáticas inesperadas
La formación preliminar indica que la pareja se encontraba dentro de una de las rutas del Parque Nacional Torres del Paine cuando las condiciones climáticas cambiaron de manera abrupta.
Con ráfagas de viento que habrían alcanzado hasta 190 kilómetros por hora, acompañadas de nieve y una caída repentina de temperatura, los dejaron sin posibilidad de avanzar o regresar.
La familia espera el reporte oficial de las autoridades chilenas, pues consideran que el temporal pudo haberse anticipado. Carlos señala que, si bien su hermana y cuñado no eran profesionales del montañismo, sí tenían experiencia suficiente y solían informarse de las condiciones de cada ruta.
“No eran profesionales, pero tenían experiencia… era algo que rutinariamente hacían”, explicó.
Por ello, desean saber si existieron alertas sobre el clima, si se emitieron advertencias o si el acceso debió haberse restringido por seguridad. No buscan confrontación inmediata con autoridades extranjeras, pero sí claridad sobre lo ocurrido.
Ocho años construyendo una vida en Aguascalientes
La familia reveló que la pareja llegó a Aguascalientes en busca de tranquilidad y mejores condiciones laborales. En Michoacán, habían enfrentado episodios de inseguridad y decidieron mudarse para poder consolidar su vida profesional sin el temor constante de la violencia.
En Aguascalientes encontraron un entorno estable y un gremio médico que los acogió rápidamente. En estos ocho años, lograron hacer amistades profundas, ganarse el respeto de colegas y construir una vida ordenada y tranquila.
Esa integración explica la reacción que se ha vivido en el estado desde que se confirmó su muerte. Tanto en la Clínica 3 como en la Clínica 7, compañeros organizaron cadenas de oración, enviaron mensajes a la familia y se comunicaron con autoridades para ofrecer apoyo en lo que fuera necesario.
Apoyo del Gobierno de Aguascalientes
Carlos Calvillo agradeció de manera pública el respaldo que han recibido por parte del Gobierno de Aguascalientes. Aseguró que la comunicación ha sido constante y que varias dependencias han colaborado para orientar a la familia en los trámites que deben seguirse.
“Gracias al gobierno de Aguascalientes que nos está brindando su apoyo… ha habido buena comunicación”, dijo.
Sin embargo, reconoció que la repatriación de cuerpos es un proceso complejo que escapa a las capacidades locales. Por ello, hizo un llamado directo tanto al gobierno chileno como al gobierno federal mexicano.
“Nos gustaría recibir ayuda del gobierno chileno… e igualmente de la embajada mexicana para trasladar los cuerpos de regreso a México”, expresó.
El destino final podría ser Morelia, su ciudad de origen, o Aguascalientes, donde construyeron su vida profesional. La familia estaría conforme con cualquiera de las dos rutas, siempre y cuando el retorno sea lo más ágil posible.
“Si los quieren llevar a México, a Morelia o a Aguascalientes… estamos agradecidos. Imagino que también en Aguascalientes quieren despedirlos”, comentó.
Consternación por la pérdida de los médicos
La noticia ha causado conmoción en el sector salud de Aguascalientes. En redes sociales, médicos, enfermeros y personal administrativo del IMSS han expresado su pesar. Se les recuerda como profesionales comprometidos, atentos con sus pacientes y dispuestos a ayudar.
En el estado también se han expresado mensajes de solidaridad. La noticia circuló con rapidez entre grupos de profesionales de la salud, universidades y asociaciones médicas locales, quienes destacaron la trayectoria de ambos y lamentaron la pérdida.
La familia Calvillo se mantiene a la espera de los procedimientos oficiales para repatriar los cuerpos. Consideran que cada día de retraso prolonga el duelo y esperan que las autoridades de ambos países agilicen los trámites.
“Queremos traerlos a México”, dijo Carlos, señalando que esa es ahora la prioridad absoluta.
Mientras tanto, aguardan también el informe sobre lo sucedido en la montaña para entender por qué una ruta turística se convirtió en un escenario fatal.
La pareja deja atrás una vida que construyeron con esfuerzo después de huir de la violencia. Dejan también un legado en las clínicas donde trabajaron y una comunidad que hoy los llora.
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