Estados

Sequía sacude a productores de melón y sandía de Matamoros; siembran sólo 3% de hectáreas por falta de agua

Ante la poca cosecha y la demanda, por la falta de dotación de agua rodada, el precio del producto alcanza hasta los 8 pesos por kilo.

En Matamoros, Coahuila, la siembra de melón y sandía ha sido un modo de ganarse la vida durante décadas, pero también una tradición que antaño incluso tenía mitote a través de las ferias. No obstante, ante la falta de dotación de agua rodada para el ciclo agrícola en curso,  durante esta primavera no se han levantado toneladas de cosecha como antaño y en ejidos como La Crisis, ni siquiera se pudo sembrar. 

El paisaje se observa dominado por forrajes, en tanto que siete campesinos del ejido José María Morelos y Pavón apuntaron, solo sembraron una hectárea por puro capricho. En suma, son 83 ejidatarios que tienen 6 hectáreas cada uno en esta comunidad, pero en total quizá solo se hayan sembrado 16 hectáreas. 

A ellos les ganó la nostalgia y la necedad les obligó a llevar agua a la parcela; de agua acarreada de la noria, de la cabecera o de donde pudieron, lo que hoy les permite levantarse temprano para llenar algunas camionetas con el melón que será trasladado a las lavadoras, a las básculas y finalmente a los camiones que se llevarán el producto a Puebla, el Estado de México, Jalisco o a la Ciudad de México. El melón más pequeño se venderá en los bulevares laguneros. 

Don Jesús Rivera espera a los compañeros más jóvenes para que levanten el fruto de la tierra y lo lleven en carretillas a la troca. Dijo que se trata de una terquedad que mantiene con vida una tradición que, sin agua, se enfila a la desaparición. Paradójicamente, en medio de las pérdidas, han encontrado la ganancia porque, sin fruto a manos llenas, el precio se disparó de 3 pesos con 50 centavos hasta los 8 pesos el kilo, algo inédito en la región.

“Tenemos cuatro días trabajando, somos siete hombres del ejido José María Morelos, todos somos propietarios. Este año nada más sembramos una hectárea, es que no hubo agua del río para acá, entonces esta la sembramos nosotros con puro acarrear el agua. ¿Ve el tubo aquel? Ese es el que guía el agua, la traemos y la descargamos. Le hacemos la lucha a ver qué sale. El ejido tiene ahorita de melones nomás como 16 hectáreas”, comentó Jesús.

Aunque es poca la cosecha, refirió que les ha ido bien porque de recibir literal, tres pesos por kilo del fruto ahora están cobrando un poco más del doble, lo que considera una buena ganancia. Además, desde el lunes pasado el precio se estabilizó.

“Aquí sale de todo; de la pachanguita, que es el melón más chiquito, también se compra, lo venden en bolsas a cincuenta pesos. El melón tempranero ya se acabó. Vamos a trabajar hasta que ya no haya melones en las matas; los que están verdes los vamos a dejar y en un mes y medio se ponen buenos, maduritos, por eso no paramos. Hay de diferentes tamaños, pero hoy cortamos y salen otros pasado mañana, todos los días”.

Don Jesús Rivera dijo que al momento los campesinos laguneros no tienen ningún apoyo gubernamental para producir en sus parcelas, por eso se endeudaron con dos bolsas de semillas que costaron 10 mil pesos cada una. Siembran de prestado, se endeudan con los bancos, empeñan lo que pueden con el deseo de continuar alimentando a sus familias.

“Es un dineral el que se gasta, y sí, le ganamos, pero poco. Cuando anda como ahora, el precio queda más, como el 30 por ciento de ganancia, pero las huertas, por los tiempos, no se dan igual; hay años buenos y años malos. Pero en Viesca, San Pedro y acá se siembra, pero hoy no hubo agua y, a razón de eso, no sembraron, pero uno ya está impuesto a batallar aquí, a hacerle la lucha, no hay de otra”.


Con la bendición de Dios 


En promedio, para la producción del melón se invierten 120 mil pesos por hectárea y de la siembra a la cosecha pasan aproximadamente de 80 a 90. Los que saben, dicen que se invierte mucho, sin apoyos para el campo. Simplemente, el agricultor que tiene para trabajar, es el que produce, con un desgaste enorme, porque la fuerza de trabajo, es él mismo.

El ingeniero Pedro González Gareta se lamentó de que el país no tenga apoyos para el campo y dijo que únicamente “tenemos la bendición de Dios y todas las ganas del mundo de trabajar porque se producen alimentos para el pueblo, porque aparte uno no sabe hacer otra cosa más”. Él mismo es agricultor, pero también se dedica a comercializar el fruto.

En cuanto a los precios, dijo que en menos de una semana se alcanzó un precio de 8 y 8.50 pesos, pero días atrás tuvieron el precio más bajo, entre los 3.50 y 4 pesos, aunque para sacar su producto, el campesino le invierte al menos 5 pesos brutos por kilo de melón, en tanto que para producir un kilo de sandía debe invertir 3 pesos. 

“El año pasado los melones no valieron a nada y las sandías las rastrearon, le metieron la rastra porque no querían pagar ni el peso por ellas, y los melones querían el kilo a 2 pesos. Ahora el problema que tenemos es que no hay agua, es algo más triste, que no hay agua para producir y realmente el gobierno federal debería fijarse en los estados que padecen del agua, porque sin ella no hay producción y no hay comida”.

Este productor y vendedor, al que le llaman El Chido, dijo que se deberían otorgar permisos en La Laguna para abrir más pozos para la producción agrícola. Pero no solo no les permiten hacer eso, sino que además la Conagua no le cierra la llave a los ganaderos y productores agroindustriales.

“Yo, que tuviera un rancho grande, no me dejan perforar, ya no dejan aunque los ganaderos consumen mucha agua con sus hatos, aparte, ellos siembran mucho sorgo, maíz, comida para su propio ganado y tienen un alto gasto de agua, al menos 5 horas les dejan el agua abierta a cuadros de 20 o 30 hectáreas, lo mismo de sorgo que son mínimo de 10 hectáreas y esas consumen mucha agua”

Ejemplo de ello es la producción de alfalfa, a la que por hectárea le destinan entre los 6 mil y 13 mil 500 metros cúbicos de agua, dependiendo de la región y el método de riego. En la Comarca Lagunera se espera que la falta de agua para consumo humano se mitigue con el programa de Agua Saludable, pero lo cierto es que el acuífero principal está agotado.

“Es mucha agua la que se consume en la agroindustria y precisamente por eso las ciudades tampoco tienen agua; aquí, en Matamoros, todos padecen de agua. En San Pedro nunca tienen agua. Nunca hay agua y en Torreón comienzan los tandeos, pero sí hay agua, nomás hay que hacer pozos más profundos. 

“Yo en Paila sembraba años atrás, los pozos son de 500 metros de profundo. Aquí tienen norias y no están tan hondas porque sí tienen agua, nomás que ya no los dejan perforar, pero si el gobierno está checando ese problema, debería dejar hacer pozos para que la gente tenga agua. Se produce más forraje que alimento por las lecheras, en tanto que la fruta sale con un sabor excelentísimo, pero no se le apoya, aparte de que la fruta lagunera dura más por los nutrientes del suelo; dura tres o cuatro días más sin echarse a perder, y eso es por las tierras”.

Pedro González dijo que él envía el producto en tráiler que van a Toluca, Puebla, CdMx, Chihuahua, Monterrey, Guadalajara y Querétaro. Y el producto llega caro al consumidor por las gasolinas o el diesel. Todo producto en el país circula sobre ruedas. Y al final la gente no puede consumir lo que se genera en el país.

El que vende a pequeña escala


Este año sí sembraron, aunque menos que el año anterior. Y los campesinos de edad avanzada, que se dicen los viejos, decidieron guardar dinero para comprar en este momento y poder generar ingresos para sus familias. Es el caso de Anselmo Silva, que con su camioneta llena de productos, se coloca a un lado de las meloneras, a pie de carretera.

“Se va sembrando menos. Año con año se va reduciendo todo. Yo ya no siembro porque ya no quiero batallar con el agua. Yo guardo el dinero para comprar los melones ya hechos. Con lo que voy a sembrar lo guardo y compro. A cada camioneta le meto 15 mil pesos y ahora tengo tres, o sea que está caro el melón y la sandía, que está hasta a 7 pesos el kilo, y el melón, diario, varía mucho. Hoy lo compré a 8 pesos, pero hace una semana estuvo en 3 pesos”.

Este hombre dice que se encarga de vender el producto al menudeo en la región. Comienza a las seis de la mañana y concluye su jornada a las siete de la tarde con la idea de recuperar la inversión. Sobre los políticos, dijo que todos se han aprovechado de la necesidad de los campesinos, y ninguno ha hecho algo para fortalecerlos.

“De esto vivimos nosotros… De Matamoros, Torreón, San Pedro, para Chávez (Francisco I. Madero) y acá para Durango y Zacatecas, todos quieren el producto y vienen acá. Las meloneras son una tradición. Los mejores melones y sandías del país son de La Laguna. Pero en una granizada todo queda en nada, y te quedas endeudado con el banco hasta la madre”.


DAED

Google news logo
Síguenos en
Lilia Ovalle
  • Lilia Ovalle
  • Socióloga por la Universidad Autónoma de Coahuila. Periodista desde el año 1999.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.