La falta de una base de datos confiable y la escasa colaboración entre autoridades de distintos estados deja en el olvido a miles de personas asesinadas no identificadas en las fosas comunes.
Olga Lidia Núñez Muñoz da cuenta de esto, pues durante casi seis años buscó a su hijo José Pablo Torres Núñez y lo ubicó gracias a una publicación que sus familiares encontraron en redes sociales sobre cuerpos no identificados en el estado de Zacatecas.
José Pablo fue hallado al quinto día de desaparecer
José Pablo desapareció el 26 de noviembre de 2019 y su cuerpo, según los registros de la Fiscalía de Zacatecas, fue encontrado cinco días después en un camino al municipio de Chalchihuites, Zacatecas.
“No es posible que haya estado buscando por casi seis años y lo encontraron al quinto día de desaparecido. Fue algo que me dolió como no tiene idea, pues pasé tanto tiempo buscándolo y él ahí sin ser reconocido”, expresa su madre.
Olga Núñez cuenta que presentó la denuncia en diciembre de 2019 en la Fiscalía de Coahuila porque no se enteró de inmediato de la ausencia de José Pablo, sino hasta que la pareja de su hijo la buscó para preguntar si sabía sobre su paradero.
Desde entonces, la buscadora enfrentó la indolencia de las autoridades coahuilenses y la negativa de buscar indicios en otros estados como Durango, pues pidió apoyo para revisar en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de esa ciudad.
“Para empezar, al poner la denuncia lo primero que hacen es revictimizar, pues lo primero que le dicen a uno es que anda con los amigos y luego que andaba en malos pasos o que si se drogaba”, señala.
Recuerda que no obtuvo una copia de la denuncia hasta tres años después, cuando la asesoraron legalmente en el Centro de Derechos Humanos “Fray Juan de Larios”, y supo que no había ningún avance en su carpeta de investigación.
“Para mi sorpresa, en el expediente no había absolutamente nada de investigación, nada más que acudieron al Cereso y no estaba. En ese momento solté el llanto porque no podía ser que en tres años no hubiera un plan de investigación”.
Te recomendamos...
Madre encontró apoyo colectivo tras abandono institucional
Olga Núñez pidió que le tomaran una muestra de ADN como una alternativa más para dar con el paradero de su hijo; sin embargo, hasta dos años después de la ausencia atendieron su petición.
En ese lapso, trató de investigar sobre los colectivos de búsqueda de desaparecidos y en la propia Fiscalía de Coahuila le dijeron no saber al respecto, pese a que desde años atrás sostenían reuniones con esas organizaciones para revisar avances en los casos.
Cuando se enteró de que habría exhumaciones en los panteones laguneros, estableció contacto con el colectivo Voz que Clama Justicia por Personas Desaparecidas, encabezado por la buscadora Lucy López Castruita.
Olga Núñez ingresó al colectivo y durante años participó en marchas y actividades diversas, tanto para buscar a los desaparecidos como para visibilizar la problemática.
Su participación más reciente fue en septiembre, durante la Búsqueda Nacional en Vida, en la que buscadores de todo el país estuvieron por dos semanas en municipios de Coahuila para visitar anexos, psiquiátricos y servicios forenses.
Falta de comunicación mantiene personas sin identificar
En esas jornadas obtuvo un posible positivo que no resultó como esperaba, pero unas semanas después, cuando recibió la noticia de su familia sobre la publicación del Servicio Médico Forense (Semefo) de Zacatecas, sus compañeras del colectivo la acompañaron, tanto en el proceso para traer el cuerpo de su hijo a la región, como en la despedida al sepultarlo.
“Yo le decía al licenciado Fernando Vela (encargado de la Fiscalía de Desaparecidos en La Laguna) que no es posible que casi seis años de desaparecido y lo encontraron en cinco días, pero no hay comunicación entre Fiscalías o Semefos. Si hubiera esa coordinación no estaríamos sufriendo muchas personas y no habría tanta gente sin identificar en las fosas comunes”, dice Olga.
La madre buscadora dice no creer en la justicia y prefirió no enterarse más sobre las condiciones en que ocurrió la muerte de su hijo.
“La verdad en su momento lo que quería era encontrarlo y ahora que me dicen que sigue la justicia, pienso que si no lo pudieron encontrar, no van a encontrar a los culpables. Pienso que para ellos, al encontrar una persona es decir caso cerrado, aunque le digan a uno que van a buscar a los culpables”.
Lo que sí tiene pensado hacer es seguir en el colectivo para apoyar a sus compañeras.
“Yo les digo a mis compañeras que no pierdan la esperanza, pues aunque pasen los años, Dios sabe dónde están nuestros hijos y nos los va ir regresando a casa. De repente llega el desánimo, pero ahora que encontré a mi hijo a través de las redes”.
A la comunidad le pide colaboración y solidaridad, pues su caso es prueba de que en ocasiones basta con compartir una foto o una publicación en internet para dar con el paradero de un desaparecido.
“He ahí la importancia de compartir las fotos, no dejen de hacerlo porque ahí puede estar uno de ellos. Sigan siendo nuestros ojos”.
Crisis forense en México deja miles de cuerpos sin nombre
La problemática en el Semefo no es nueva, y durante años diversos colectivos de búsqueda de desaparecidos las han denunciado. Uno de los actos más recientes fue el primero de noviembre, cuando madres buscadoras e integrantes de Voz que Clama Justicia por Personas Desaparecidas hicieron un acto de memoria en la fosa común en el Panteón Torreón 1.
A partir de entonces, se pronunciaron para que la coordinación entre fiscalías y otras autoridades sea efectiva, con el fin de “devolverle nombre” a miles de personas que están en las fosas comunes.
En entrevista, Lucy López Castruita, representante del colectivo, destacó que en este año suman tres casos de personas desaparecidas que fueron ubicadas en algún Semefo tras años de olvidar sus cuerpos en las fosas comunes.
Según el informe Crisis Forense en México: desaparición de personas, elaborado por la organización IDHEAS, Litigio Estratégico en Derechos Humanos, A.C., realizado mediante la revisión de literatura académica, reportes de organismos internacionales y publicaciones periodísticas, en el país hay más de 72 mil cuerpos sin identificar.
ksh
