A un mes de la tragedia, Carlos Said Arellano, padre de Paloma Nicole, ve en la llamada Ley Nicole un avance, pero “demasiado tarde” para su hija, que perdió la vida tras someterse a una operación estética.
La aprobación, ocurrida ayer, de esta reforma en el Congreso de Durango, que busca impedir que menores accedan a procedimientos estéticos invasivos, representa para él un paso necesario, pero insuficiente frente al dolor silencioso que lo acompaña todos los días, como una sombra que no se despega del pecho.
“La verdad sí es bueno que se haya aprobado, pero fue muy tarde para lo que me pasó a mí, ojalá y sirva de ejemplo para muchas niñas que no pasen por lo mismo”.
La ley, impulsada tras la indignación social que generó la muerte de Paloma Nicole, prohíbe que clínicas y médicos realicen cirugías estéticas a adolescentes. Para muchos es una medida preventiva; para Carlos, es el eco tardío de un llamado que llegó cuando ya no había nada qué salvar.
Un duelo que se camina paso a paso
Tras la muerte de su hija, Carlos ha intentado encontrar herramientas para mantenerse en pie, pues el dolor no se va; solo cambia de forma, se esconde en los rincones del día y reaparece en las noches. Por eso ha buscado ayuda profesional, apoyo espiritual y espacios donde respirar sin que la pena le quiebre la voz.
“Es muy difícil, es muy difícil, estoy recibiendo ayuda de una terapia de psicólogo, de tanatóloga, me he enfocado mucho en el ejercicio y me he acercado mucho a la iglesia, buscando apoyo”.
Entre silencios reconoce que el proceso ha sido duro, pero también que aferrarse a esas pequeñas rutinas —el ejercicio, la fe, las terapias— le permite sostenerse: son tablitas en medio de un naufragio emocional que lo obliga a reconstruirse desde trozos.
Agradecido, pero enfocado en la justicia
Desde que el caso de Paloma Nicole se hizo viral, cientos de personas se acercaron a él con mensajes de consuelo, acompañamiento y solidaridad. Carlos lo recuerda, lo agradece y lo guarda como un abrazo colectivo.
Pero más allá del respaldo social, su mirada está fija en algo que considera indispensable para darle sentido a lo ocurrido: que la justicia alcance a los responsables. Ahora, asegura, el camino está en manos de las autoridades, y su esperanza en que cada paso del proceso honre la vida de su hija y dé luz donde todo fue engaño.
Mientras tanto, la Ley Nicole queda como el legado más doloroso: una protección para otros adolescentes que llega demasiado tarde para Paloma, pero que —como dice su padre— podría evitar que otra familia conozca el abismo que él enfrenta día tras día.
Aprobación de la reforma
En un gesto político con fuerte carga social, este miércoles el Congreso de Durango aprobó por unanimidad la llamada Ley Nicole, una reforma que busca poner freno a las intervenciones estéticas en menores de edad, tras la conmoción provocada por la muerte de la menor de apenas 14 años.
La ley, impulsada por la diputada Gabriela Vázquez Chacón, representa un paso preventivo para evitar que tragedias como la de Paloma Nicole vuelvan a repetirse. La legisladora explicó que la Ley Nicole no es solo una respuesta punitiva, sino un llamado a la sociedad para proteger a quienes están en pleno desarrollo físico y emocional.
“Esta legislación es de carácter preventivo, busca impedir que hospitales, clínicas o consultorios sin la preparación y supervisión adecuada realicen cirugías estéticas en menores”.
Tal como quedó plasmado en la reforma, ningún procedimiento con fines estéticos podrá realizarse en menores, incluso con el consentimiento de sus padres, hasta que hayan concluido su desarrollo físico.
Además, la ley introduce un modelo de responsabilidad penal para personas morales: clínicas, consultorios, hospitales e incluso arrendadores podrán ser sancionados si permiten intervenciones irregulares en menores.
Ernesto Alanís, presidente de la Junta de Coordinación Política, subrayó que la ley no solo regula a médicos, sino también a todos aquellos que, por acción u omisión, faciliten que un menor sea operado sin condiciones seguras ni autorización legal adecuada.
El Caso Nicole: cronología de una tragedia
Para entender el impacto de la Ley Nicole, es indispensable retomar el caso de Paloma Nicole, cuya historia desató el debate social y legislativo en torno a estas prácticas en menores.
Como informó MILENIO, su padre, Carlos Said Arellano, narró que el 12 de septiembre la adolescente fue llevada por su madre bajo el pretexto de un viaje a la sierra. Una vez allí, se le realizó una cirugía estética.
El 15 de septiembre fue informado de que la joven estaba hospitalizada. Al llegar a la unidad médica la encontró intubada, inducida en coma.
La salud de Paloma se deterioró y para el 20 de septiembre el padre se enteró de que un electroencefalograma dictaminaba muerte cerebral. Ese mismo día falleció, según consta en su certificado de defunción.
Durante el velatorio, Carlos descubrió cicatrices de implantes mamarios en el cuerpo de su hija y un corpiño quirúrgico: evidencia clara de que había sido intervenida sin su conocimiento.
Ante el hallazgo, presentó una denuncia ante la Fiscalía General del Estado de Durango (FGED) y exigió una necropsia. Los dictámenes posteriores señalaron edema cerebral, encefalopatía hipóxica y bradicardia.
La Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (MCPER) informó que se solicitó la suspensión provisional del cirujano por presunta mala praxis.
El 27 de septiembre, uno de los días de mayor avance en el caso, más de mil personas marcharon por las calles del Centro Histórico de Durango para exigir castigo para los responsables.
La movilización partió de la calle 20 de Noviembre y culminó en la Plaza de Armas, donde se colocaron mantas y veladoras en memoria de Paloma Nicole. Durante la marcha, el padre, con una flor blanca en la mano, habló de su dolor y de los engaños de su expareja para someter a su hija a la cirugía.
Ese mismo 27 de septiembre, la fiscal Sonia Yadira de la Garza Fragoso confirmó la detención de la madre de la menor, Paloma Jazmín ‘N’, y del padrastro Víctor ‘N’, presunto responsable de la cirugía.
El 29 del mismo mes se reportó una nueva manifestación encabezada por el padre, quien pidió la pena máxima para la madre y el cirujano que intervino a Nicole.
Las autoridades vincularon a proceso a los dos presuntos responsables el 3 de octubre, y la FGED tiene un plazo de tres meses para cerrar la investigación.
En todo este tiempo se han realizado misas en Durango en memoria de Paloma Nicole, demostrando el profundo impacto social y emocional del caso.
Vacíos legales y el llamado urgente al cambio
La muerte de Paloma Nicole puso sobre la mesa un problema mucho más profundo que un caso aislado: reveló grietas en el marco legal y la supervisión sanitaria.
Según la versión del padre, él no dio su consentimiento para la operación, pues la madre convenció a la menor y la llevó al quirófano bajo engaños. Aunque autoridades sanitarias afirmaron que la clínica tenía permisos y personal certificado, los documentos presentaban anomalías, y el certificado de defunción omitía el procedimiento quirúrgico.
La FGED investiga a la madre por “omisión de cuidados” y posible colaboración en el procedimiento, mientras que al cirujano se le acusa de homicidio culposo. Este caso derribó la idea de que basta el consentimiento paterno o la presión social para operar a menores: mostró que actuar sin regulación puede costar vidas.
Un cambio con perspectiva preventiva
La diputada Vázquez Chacón ha defendido la reforma como una medida de protección integral, pues aseguró que no solo contempla sanciones penales, sino también campañas de concientización sobre los peligros de la estética en la adolescencia.
“La sociedad debe reconocer que la presión digital, las redes sociales y los estándares de belleza pueden empujar a los jóvenes a tomar decisiones peligrosas”, afirmó.
La ley también prevé castigos para personas morales: clínicas, consultorios y hospitales que vulneren los protocolos mínimos de seguridad podrán ser penalizados. Incluso los arrendadores que permitan prácticas irregulares podrían responder ante la justicia. “No se sanciona al que cumple, se sanciona al que abusa”, dijo la legisladora.
La voz de la familia: dolor, justicia y
responsabilidad
El padre, Carlos Arellano, no ha cesado en su lucha. Ha denunciado públicamente que su hija fue operada sin su conocimiento y que luego le ocultaron la gravedad de su estado. Su testimonio ha visibilizado la vulnerabilidad de los menores ante decisiones médicas de alto riesgo, especialmente cuando una de las figuras parentales no está involucrada o es manipulada.
La madre y el padrastro, ahora bajo proceso, enfrentan cargos que podrían cambiar el rumbo de la medicina estética en México. Para muchos, activistas, legisladores y familiares, el dolor de Paloma Nicole no debe quedar solo en una nota policiaca, sino transformarse en una lección estructural.
Aprobación de la Ley Nicole
Con la aprobación de la Ley Nicole, Durango abre un camino pionero: legislar para proteger a los menores no solo de la negligencia médica, sino también de sí mismos, de la presión social y de la banalización de la medicina estética.
La iniciativa ya trascendió el Congreso local: en el Senado de la República existe una propuesta para prohibir procedimientos estéticos en todos los menores, salvo aquellos con fines reconstructivos o médicos, bajo criterios clínicos estrictos.
Para muchos, Nicole —más que una víctima— se ha convertido en un símbolo de cambio: su nombre ya no resume solo una tragedia, sino una esperanza para que ningún padre vuelva a descubrir, en un ataúd, que su hija fue operada sin permiso.
daed