Nuevamente llegan a Tlaxcala 153 elementos de la Gendarmería, quienes se suman a las acciones de vigilancia en coordinación con el resto de las fuerzas de seguridad que existen en la entidad como la Policía Federal, el ejército, la Policía Estatal y Municipal.
El Jefe del Sexto Agrupamiento de la Gendarmería de la Policía Federal, Raúl Campos Espinosa, informó que de momento se realizará una evaluación del estado en materia de seguridad para conocer el problema que se va atender y así poder establecer un plan de acción.
El alto mando comentó que Tlaxcala se percibe tranquila si se compara con otras entidades del país como Guanajuato, Aguascalientes, Puebla o Veracruz, donde los índices de criminología son altos realmente.
Explicó que a nivel nacional tienen 21 despliegues de los que Tlaxcala forma parte, “recodemos que una de las misiones principales de la gendarmería es proteger a los ciclos productivos cuando estos se ven amenazados por algún tipo delincuencia, no hay una alerta como tal, más vale, dados los estados vecinos que cuentan con esta problemática es bueno empezar a prevenir”.
Adelantó que se reforzará la vigilancia en las vías carreteras, ya que Tlaxcala figura entre las entidades con el mayor número de atracos en el transporte, no obstante, manifestó que no podía abundar al respecto para no entorpecer las acciones.
En referencia al huachicol, Campos Espinosa, señaló que es un tema que se está atacando en todo el país, y que en Tlaxcala no se ve ese problema porque no es muy grave la situación al grado de que se dé como una alerta.
Comentó que en unos días más estará listo el diagnostico, pues a partir de este martes se empezó a reunir con las autoridades estatales para ir programado una serie de actividades para ver los pormenores y fijar la mejor estrategia.
Cuestionado en torno a que si fueron requeridos por el titular del poder ejecutivo, dijo desconocer esa parte, ya que únicamente recibió órdenes para arribar a Tlaxcala.
Recordó que en la entidad estuvo el cuarto agrupamiento de la Gendarmería; además de que en su caso, permanecieron dos años en Guanajuato, donde redujeron en un 93 por ciento el atraco al tren y después se atendió el robo al combustible.
AMV