Desde el inicio de la administración de Donald Trump, los migrantes musulmanes provenientes de África, Asia y Oriente Medio dejaron de llegar al albergue Assabil, ubicado en la ciudad fronteriza de Tijuana, Baja California, donde también hay una mezquita.
Sonia García, presidenta de la 'Fundación Latinas Musulmanas', explicó que, de recibir un mínimo de 30 extranjeros por día, ahora apenas llegan tres como máximo, lo que atribuyen a las políticas implementadas por el nuevo mandatario.
Quienes no pudieron ingresar a Estados Unidos debido a la cancelación de citas en CBP One, detalló, han comenzado a realizar sus trámites ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) para establecerse en México.
“Ellos están contentos de estar en la ciudad, aunque buscan una estancia legal para poder rehacer su vida en esta frontera, porque a muchos de los que viajaron los están deportando de Estados Unidos a Panamá”, comentó García.
Por su parte, Angie Magaña, integrante del albergue Assabil, señaló que muchos migrantes sienten miedo al ver a policías o elementos de la Guardia Nacional, por lo que en ocasiones corren al albergue para refugiarse.
Ante ello, implementaron una nueva medida.
“Les colocamos una banda de color verde fosforescente para que las autoridades los identifiquen, y ahora hasta los saludan”, dijo.
Antes, los migrantes corrían hacia el albergue perseguidos por policías, pero al llegar, los agentes pedían a los directivos explicarles que su intención era auxiliarlos.
“Les hemos dicho que no deben correr al ver a la autoridad, porque eso podría levantar sospechas de que huyen por algún motivo”, agregó Magaña.
MO
