La Comisión Nacional del Agua (Conagua) alista la modernización de la Planta Potabilizadora Los Berros, el corazón del Sistema Cutzamala, tras extender su vida útil de 20 a 43 años de operación.
Este complejo cuenta con el sistema de bombeo más grande de América Latina, capaz de elevar el agua a mil 100 metros de altura hasta el Valle de México, luego de recorrer 220 kilómetros desde los límites entre Michoacán y el Estado de México.
"Con una inversión histórica de 615 millones de pesos en este año, se va a realizar el reemplazo total de equipos principales", con lo que podrá operar otros 43 años más, dijo en entrevista Citlalli Peraza Camacho, directora del Organismo Cuenca Aguas del Valle de México.
Inversión histórica para renovar el sistema
Se reemplazarán 10 válvulas, siete rotores, cuatro equipos de bombeo y lo más importante, el sistema de automatización de la planta potabilizadora que data del año 2000, para lo cual se inició el proceso de licitación pública nacional.
"Con esta gran inversión, con estos equipos que estamos reemplazando al 100 por ciento, si la planta tiene 43 años operando, esto garantiza prácticamente el doble de operación", destacó Citlalli Peraza durante un recorrido por la planta, ubicada en el municipio de San José Villa de Allende, una instalación considerada de seguridad nacional.

El Sistema Cutzamala tiene como misión abastecer de agua potable a municipios del Estado de México y alcaldías de la Ciudad de México. Su construcción inició en 1976 y entró en operación el 3 de mayo de 1982.
"La vida útil de los equipos de bombeo normalmente es de 15 a 20 años, de una bomba o un equipo electromecánico. En este caso, estamos hablando que ya superó al 200 por ciento la vida de todos los equipos, ya tienen 43 años trabajando de manera ininterrumpida. En este punto nuestro director general de la Conagua, el licenciado Efraín Morales, impulsó una inversión histórica de 615 millones de pesos en este año".
¿Cómo opera el Sistema Cutzamala?
El Sistema Cutzamala es un sistema de ingeniería hidráulica, que almacena, conduce y suministra agua potable. Está integrado por 320 kilómetros de canales abiertos, túneles, acueductos y siete presas.
Sus sistemas de bombeo son los más grandes de Latinoamérica, ya que elevan el agua a más de mil 100 metros desde Michoacán hasta el Valle de México; de ahí que el consumo de energía eléctrica es de los más elevados del país.
La capacidad instalada de la planta potabilizadora es de 24 metros cúbicos por segundo; sin embargo, desde el inicio de su operación el máximo gasto que ha tenido es de 17 m3/s, debido a que se alternan los cuatro módulos de bombeo para permitirles descansar de la operación.

Durante la época de estiaje, el gasto pasó de 13 a 8 metros cúbicos por segundo y actualmente se están dotando 10.9 m3/s.
"Con el gasto que está reducido se tiene un consumo de 2 mil 100 millones de pesos al año. Es uno de los gastos operativos más grandes el consumo de CFE. Si se incrementa el gasto de agua, va a incrementar también el costo de energía.
"Este tiene una eficiencia del 99.9 por ciento, es decir, todos los sistemas aquí es 100 por ciento eléctrico, por eso tenemos grandes subestaciones, grandes transformadores. Uno de los retos es no tener fallas en la electricidad", resaltó.
¿Cuál es la ruta que sigue el agua?
De sus siete presas, tres son de captación: Valle de Bravo, El Bosque y Villa Victoria; que actualmente se encuentran al 95 por ciento de llenado.
El resto son presas derivadoras. También cuenta con seis macro plantas de bombeo, y su corazón es la planta de potabilización dividida en seis módulos.
"Siempre he comentado que el Sistema Cutzamala es una belleza de la ingeniería, que tiene que vencer mil 100 metros de altura, es impresionante", destacó Peraza Camacho.
El sistema inicia en la presa El Bosque, ubicada en Michoacán, en la región de la mariposa monarca.
"Desde ahí aporta agua, llega la Planta de Bombeo 1; posteriormente, esa agua llega a la presa Valle de Bravo y ahí tenemos tres plantas de bombeo más, la PB2, la PB3, la PB4.
"De la PB4 llega a esta planta potabilizadora, que es una de las más grandes de Latinoamérica y esta también recibe aportaciones de la tercera muy importante presa, que es Villa Victoria. Una vez que ya se tiene el gasto aquí, tenemos el proceso de potabilización", explicó la ingeniera.

El agua turbia de las presas entra a la planta potabilizadora a través del Canal de Aguas Turbias; posteriormente, se conduce a través de los denominados Canales Parshall, donde se le agrega cloro en gas para desinfectarla y sulfato de aluminio para clarificarla. Luego, pasa los tanques de floculación donde transita lentamente para que los sólidos se sedimenten.
"Las partículas con el sulfato de aluminio generan unas pequeñas cápsulas. Estas descienden, se sedimentan, estas pasan al área de sedimentación y aquí ya tenemos lo que es el área de filtros.
"En esta área de filtros de aquí pasa al tanque de aguas claras, llega a la PB5, de donde se bombea a la parte más alta a la torre de oscilación que es el punto más alto que tenemos", añadió.
De acuerdo con Citlalli Peraza, hasta la planta potabilizadora, el agua de las presas ya recorrió 125 kilómetros, "tomando únicamente longitudes, porque en ocasiones hay tramos que tienen dobles tuberías".
Calidad del agua garantizada
Las bombas del Sistema Cutzamala elevan el agua en su punto más alto a 2 mil 702 metros sobre el nivel del mar, lo que equivale a 12 veces la altura de la Torre Mayor, en la Ciudad de México.
Después de la torre de oscilación, el agua baja por gravedad y recorre 95 kilómetros más para llegar a la zona metropolitana, hasta Huixquilucan, en el punto denominado Dos Ríos, donde se entrega el agua en bloque a los gobiernos de la Ciudad de México y Estado de México.
"Esa agua que la Conagua está dotando en bloque tiene una calidad de consumo humano, de acuerdo con la norma 127. Una vez llegando a este punto, ya de ahí es responsabilidad de la Ciudad de México, Estado de México, el tema de la distribución", aclaró.

Para demostrar la calidad del agua que la Conagua potabiliza y entrega al Valle de México, Citlalli Peraza cerró el recorrido bebiendo un vaso, que fue llenado al momento con agua directamente salida del proceso de potabilización.
"Está buena, está muy buena", exclamó.

ksh