Una de las artistas más importantes de América Latina, Natalia Lafourcade, se presentó ante su público mexicano en el Auditorio Nacional la noche del 9 de noviembre demostrando una vez más el éxito e influencia que ha tenido en los últimos años.
Al apagarse las luces y escucharse los primeros acordes de los músicos, la respuesta inmediata fue un grito unísono de emoción, para luego quedar en un silencio absoluto y dejarse envolver por la música, en cuanto apareció Lafourcade en medio del escenario de nuevo la gente aplaudió y gritó al ver a su artista favorita, quien lució un vestido blanco con discretos bordados rojos y zapatos en el mismo tono, para interpretar “Cancionera”, como pocas veces el silencio de la gente permitió escuchar en todo su esplendor a la artista.

“Buenas noches México bienvenidos al Auditorio Nacional, qué bonito estar aqui”, fueron las primeras palabras que todo el público celebró.
Ante la respuesta, Lafourcade alzó los brazos como queriendo expresar un gran abrazo de agradecimiento para cada grito y aplauso, y continuó con la interpretación del tema “Cariñito de Acapulco”, donde sus coristas la rodearon para cantar a su lado.

“Eres lo máximo”, “Gracias Natalia”, fueron algunas de las frases que se escucharon en todo el recinto antes de darle paso a la canción “Mascaritas de cristal”.
Para la siguiente melodía, decidió sentarse en un banco de madera, colocado en una tarima redonda, junto a una mesa con una lámpara, ahí volvió a agradecer que esta noche la gente la hiciera una velada especial.
“Muchísimas gracias, es un enorme placer estar aquí celebrando la canción compañera de tristezas y alegrías”, dijo e interpretó con su estilo único “De todas las flores”.
“Natalia te amo”, se escuchó a lo lejos, la cantautora agradeció mandando un beso, conforme transcurrió el concierto, el diálogo con su público era más íntimo y compartió su sentir por la siguiente canción que fue “Pajarito colibrí”.
“Muchísimas gracias, que bonito estar aquí, que emocionante, muchas mariposas , libélulas y muchas emociones aquí en la panza que tengo, estoy cocinando un pastelito, aquí en el Auditorio Nacional… He ido a muchos escenarios y ciudades maravillosas y mientras tanto cocinando un pastelitos de amor, me gusta que la canción es compañera de vida, de amor, es amparo, esta canción la compuse en un momento roto para recordarle a mi alma que todos tenemos un pajarito colibrí, que es un guía y cuando la compuse pensaba que le estaba cantando a mi guía”, expresó y destacó que todos los niños del mundo deben vivir con felicidad y con amor.
“Y así es la música con su medicina, vamos a dedicar esta canción al lamento profundo, a esa tristeticita que anda por ahí, vamos a sacar todo, ¿se la saben?”, preguntó a los asistentes, quienes respondieron con aplausos mientras escuchaban “María la curandera”.

Lafourcade se movió al ritmo de las notas y mostró sus mejores pasos con siete meses de embarazo, ante un auditorio que estaba entregado en corazón y alma. “La verdad yo bailaría más, me tiraría al suelo, yo suavecito, si al final no puedo cantar ustedes lo hacen por mí… Pido un fuerte abrazo para David Aguilar, hemos compartido un poco de todo, nos vamos a echar varias canciones juntos, esta que sigue la hicimos a las tres de la mañana”, contó.
Como respuesta, Aguilar contestó: “Agradezco a la vida por tenerme aquí cantando en el Auditorio Cantando con Natalia Lafourcade” y juntos cantaron “Como quisiera quererte”, “Soledad y el mar”, “El coconito Mar” y “El palomo y la negra”, que la compuso a escondidas de su esposo porque quería que fuera una sorpresa para su boda y la pensó cono sus votos.
Lafourcade recordó anécdotas de algunas canciones que tenía y cómo fue que con Aguilar estuvo componiendo algunos temas, que muestran su forma de ver y disfrutar de la vida.
La cantautora confesó que canción favorita es “La bruja”, hizo una pausa y preguntó ¿qué sigue?, porque antes había aclarado que con el embarazo a veces se le olvidan algunas cosas y no faltó alguien del público que le dijera lo que seguía, así como su guitarrista Arizmendi.
“Nunca es suficiente”, fue la canción que puso a todos a cantar, fue donde la gente dió rienda suelta a sus emociones y se entregó aún más al sentimiento y arte de Lafourcade.

Adán Jodorowsky también estuvo compartiendo con la artista el escenario, cantaron “Luna creciente”, él destacó el cariño que le tiene a la artista y ella respondió que el sentimiento es mutuo.
¿Se aleja de los escenarios?
Antes de concluir el público aplaudió de pie por varios minutos, conmovida Lafourcade cuyos ojos y sonrisa brillaron, dedicó unas palabras por tanto cariño.
“Celebrar que pronto voy a parir, me voy a desconectar de mis plataformas, estoy muy feliz por celebrar que estamos aquí, la música es muy potente y debemos cuidarnos, hay mucho dolor en el mundo y la música es una expresión y estos cantos los dedico con respeto a tanto que ocurre en el mundo, hay que cuidarnos y que no se nos olvide eso que somos y entregar lo mejor para el mundo”, aseveró.
Para cerrar el concierto Lafourcade cantó con David Aguilar y Adán Jodorowsky, “Cocos en la playa”, haciendo de esa noche un concierto inolvidable que llevarán sus fans en la memoria y el corazón.