Convertirse en actor es el sueño de muchas personas, alrededor hay mitos y realidades, no basta con ser guapo y tener habilidades, hay que prepararse y desarrollar el talento. Eugenio Cobo, Raúl Quintanilla, Carlos Espejel y Gerardo Quiroz, directores de prestigiosas escuelas de actuación, en entrevista con MILENIO hablaron de cómo han formado a destacados actores y lo que buscan en cada aspirante.
Centro de Educación Artística (CEA) en Televisa
Eugenio Cobo es actor y productor, fundó el Centro de Educación Artística (CEA) en Televisa en 1987, a petición de un ejecutivo de Televisa que le dijo que iba a dirigir una escuela para formar a algunos jóvenes, en esa época él era productor de telenovelas.
“La escuela se creó porque querían formar a los alumnos que estaban en el Centro de Capacitación sistemáticamente, habían cinco maestros muy importantes como Julio Castillo, Hugo Argüelles y Fernando Balzaretti y estructuré la escuela, le puse Centro de Educación Artística”, recordó.
Para ingresar al CEA el principal requisito es la vocación. “Aquí no aprenden a actuar, lo que descubren es si tienen vocación. El público tiene necesidad de ver historias y para eso se requieren actrices y actores; a pesar de la inteligencia artificial, se van a seguir necesitando humanos”, explicó.
Cobo considera que estudiar en el CEA o en escuelas importantes como Actors Studio de Nueva York o New York Film Academy, no tiene nada que ver con que contraten a alguien, porque no les piden el título, sino que puedan actuar.
“La profesión de ser actor dura toda la vida y hay personajes para todas las edades, en todos los géneros y eso se los explicamos para que descubran si quieren dedicarse a una profesión, donde tienen que desarrollar sus habilidades, para transmitir emociones, y sentimientos”, aseguró.
La carrera en el CEA cuenta con dos formatos, el primero es de tres años, nueve horas diarias, el período escolar inicia en enero y es la única escuela de actuación gratuita y por eso su alta demanda de los jóvenes para ingresar en ella.
“A lo largo de los años hemos tenido alumnos de 47 países, de América, España, Eslovaquia, Estonia, Holanda, Francia, Italia, Rusia, Madagascar y Emiratos Árabes. Recibimos un promedio de más de 4 mil solicitudes cada año, la convocatoria es en octubre para aspirantes entre 18 y 24 años, y tenemos otro grupo para jóvenes entre 25 y 20 años que ya tienen experiencia, este curso dura un año”, expuso.
Lo que los diferencia de otras escuelas es su estructura, tienen tres áreas de enseñanza, actoral, corporal y teórico cultural. “Lo primero que deben aprender es la correcta comunicación verbal; les enseñamos a utilizar las herramientas que traen, tenemos taller de televisión y teatro. En el área corporal impartimos jazz, ballet, estilos de baile y expresión corporal, además de las materias teórico culturales”, mencionó.
Centro de Formación Actoral (CEFAT) de TV Azteca
Raúl Quintanilla, maestro de actuación, desde hace 29 años es director del Centro de Formación Actoral (CEFAT), que nació ante la necesidad de crear una televisión diferente para responder a los melodramas.
“Cuando sacamos historias distintas se planteó no solo traer a los mejores actores, sino construir nuestro propio grupo para que tuvieran un estilo y una mística diferente, así nació el espíritu de crear un centro donde se formaran estrellas, que pudieran cubrir la pantalla de televisión”, recordó.
Además de talento, para Quintanilla los aspirantes deben tener personalidad, porque al actor ya no se le pide nada más la capacidad de buscar emociones, sino un manejo para que tenga buena voz y capacidad de resistencia.
“Se pide que puedan duplicar la personalidad que tengan, a base de intensidad y de energía. La época de la gente bella, como característica específica para contar historias, ya pasó”, aseguró.
Y expuso: “El método de esta escuela se basa en la práctica, se tocan los diversos tipos actorales para que la gente esté en una constante práctica, eliminamos teorías innecesarias, hay un proceso de naturalidad y tutoría individual”.
Sobre la fama, Quintanilla opinó que es una serie de malentendidos alrededor de un ser humano: “Podemos ser famosos por muchas cosas que no tienen que ver con la excelsitud. La gente piensa que la fama es un proceso, yo le llamo buscar un atajo al éxito, que es lo que te hace un ser desamparado que dura cinco minutos en la óptica y en la atención del público y luego eres desechable”, puntualizó.
Y agregó al respecto: “La inmediatez de las redes sociales, el poder de la imagen, la trascendencia y la personificación social del ser humano, sobre el vivir cotidiano de los demás, ha hecho que se estén buscando necesidades nuevas. Toda la gente que llega a esta escuela, debe saber que quiere trabajar y tener la preparación adecuada”.
Recordó que decían que la actuación era un apostolado y esto cambió. “La vida ya no tiene la misma consistencia, nadie quiere tener una exclusividad, quieren conocer el mundo, trabajar y entender de forma práctica los procesos del actor”, contó.
Las redes sociales son otra plataforma donde los actores amplifican la visibilidad. “Las redes tienen que ver con el manejo de ellos, quienes triunfan explotan su propia personalidad, hacen sarcasmo con ellos mismos o ironía, aquí les enseñamos a contar historias y les damos las herramientas para sentirse seguros ante 10 mil personas que los van a ver en menos de 15 segundos”, destacó.
Estudiar en el CEFAT tiene costo, la carrera dura dos años, se basa en ocho módulos, califican la asistencia, consistencia y evalúan la potencialidad de los alumnos tanto en la actuación, como en el desarrollo para ser una mejor persona. Dan clases de actuación para televisión, cinematográfica, creación de personajes, manejo de expresión corporal y combate escénico y el proceso para incorporarse está abierto todo el año.
Dentro de sus egresados se encuentran Luis Ernesto Franco, Luis Arrieta, Erik Hayser, Marías Novoa, Bárbara de Regil, Silvia Navarro, Adriana Louvier, Claudia Álvarez, Ana Serradilla y Paola Nuñez.
Xpresión Artística
Carlos Espejel inició su carrera como actor a los siete años de edad en la XEW en el programa ‘Alegrías de mediodía’ y luego entró al programa infantil ‘Chiquilladas’, donde conquistó al público con la interpretación de Chiquidrácula y Carlinflas. En el año 2000 abrió la escuela de actuación Xpresión Artística.
“A los actores nos dicen que hay que aprovechar cuando hay trabajo y cuidar el dinero, pero no te dicen cómo. Me surgió la inquietud de tener un negocio, tuve varios hasta que puse la escuela, empezamos con un curso de verano y luego incorporamos la carrera de actor, ya tenemos cinco planteles”, recordó.
El actor y director cree que lo principal que necesita un estudiante son las ganas de convertirse en actor y ser disciplinado.
“Tienen que estar convencidos porque a veces es más un sueño de los padres. Nuestra misión no es nada más recibir gente con talento, estamos abiertos a todos. El teatro es un gran pretexto para entrenar, capacitar, educar a nivel emocional, es lúdico y al mismo tiempo te disciplina”, dijo.
Tienen el curso de verano, un curso semestral y la carrera de actuación con una duración de tres años, donde imparten diversas materias, teatro mexicano, comedia del arte, teatro musical y medios digitales.
“Queremos que tengan un conocimiento amplio. Les damos géneros melodramáticos, técnicas, corrientes y canales de distribución para que decidan a dónde dirigirse, ya sea televisión, teatro musical o doblaje”, explicó.
Y agregó: “Si su pretensión y misión es ser famoso, no es la carrera, porque la fama es un resultado y consecuencia, que a veces se da y otras no, como en cualquier profesión. Esta carrera no es de sufrimiento, es una carrera divertida, donde la puedes pasar bien y te puede dejar crecimiento emocional, que te van a ayudar para cualquier área de tu vida”,.
Dejó en claro que ellos no son bolsa de trabajo ni representantes de actores, lo que hacemos es darle importancia a la televisión y al teatro musical. Hemos roto el paradigma de que tienes que ser guapo o de clase alta para ser actor, lo que necesitas es ser talentoso, disciplinado y querer estar”, comentó.
Destacó que están comprometidos con la capacitación, “tenemos los mejores maestros y metodología. Dicen que los actores se mueren de hambre con esta carrera, me parece muy tonto, porque es una de las industria más grandes que genera millones de dólares. Se necesitan actores, cantantes, escenógrafos y coreógrafos, para la televisión, plataformas, teatro y cine. Te puede ir muy bien como en cualquier otro oficio”, finalizó.
Entre sus egresados están Ángel Ferreyro, Harold Azuara, Sebastián Dante y Juan Pablo Macías.
Proart, escuela de teatro musical
Gerardo Quiroz inició su carrera como modelo y actor infantil cuando tenía 12 años de edad, su actuación en la serie ‘Papá soltero’ lo hizo destacar; luego se interesó por la producción teatral, lleva más de 70 obras y en 2003 creó Proart, escuela de teatro musical.
“Estaba produciendo dos musicales, ‘Amor sin barreras’ y ‘Anita la huerfanita’, eran más de 50 personas que participaban en las dos obra y fue complicado tener suficientes artistas que dominaran la danza, el canto y actuación; me junté con expertos, que además de excelentes artistas fueran docentes, para crear la escuela”, recordó.
Actualmente tiene nueve planteles, Danna, Aislinn Derbez y Rafael Maza, han estudiado en Proart. “La educación se basa en la disciplina, compromiso, pasión, amor al escenario y en el interés de recrear realidades ajenas, para hacerlas propias. Nuestra misión es entrenar y especializar profesionalmente a los aspirantes para ser artistas y que se conviertan en mejores seres humanos”, aseguró.
“Si quieres ser mejor, no basta con desearlo, tienes que entrenarte y buscar la forma de ser superior a los demás, en una competencia sana y que estés dispuesto a sacrificarte y tener un entrenamiento consistente, exigente y absoluto, y para ello se necesita voluntad”, agregó.
En Proart se especializan en teatro musical, cuentan con diferentes niveles: infantil, adolescentes, jóvenes, adultos y un taller especial, que es un workshop para alumnos de 15 a 90 años, sean profesionales o no y quieran participar en el montaje de una obra.
“Somos la única escuela que no solo garantiza la capacitación profesional, sino que damos trabajo no solo en actuación y canto, sino en producción. La carrera dura tres años, impartimos 24 materias entre las especialidades y talleres”, contó.
A Quiroz le interesa que los alumnos tengan una capacitación ética, para adaptarse al entorno, tener respeto por la profesión y trabajar en equipo. “Si lo que buscas es dar autógrafos y ser famoso, te equivocas porque estás buscando una consecuencia y no una causa, esto es superficial y hay que ir a la parte esencial, que es estar más capacitado. Cuando tu objetivo es poderoso, Dios y la vida te acompañan para que crezca, cuando es banal y deja de ser humano, se convierte en un capricho o intención temporal”, finalizó.