Después de exitosas ediciones en Guadalajara, que contaron con artistas como Gloria Gaynor y los Teen pops, el festival Remind GNP celebró su primera edición en Ciudad de México en el Estadio Alfredo Harp Helú, recién adaptado para conciertos.
Se tenía que ingresar por la puerta 8 de Ciudad Deportiva en auto o caminando hasta llegar a la entrada del recinto adornada a los costados por los carteles de ediciones anteriores y de cada agrupación que se presentó en esta edición.
La oferta de comida era similar a la variedad y precios de la mayoría de los festivales organizados por Ocesa. En la periferia de las entradas a las secciones, además de los puestos de bebida y comida, había photo oportunities de la estética del festival, como un colorido cassette gigante.
La única activación fue por parte de GNP Seguros, consistía en entrar a una máquina de peluches gigante para que te tomaran una foto y te la obsequiaran impresa al momento; solo si eras cliente de sus servicios podías intentar ganar alguna mercancía en una máquina tamaño normal.
Mientras se presentaban Jazzatlán Big band, The Queen experience y los Rayobacks, gente de todas las edades continuaba llegando, tanto jóvenes como adultos iban caracterizados con ropa de los 70’s. Se podía ver grupos de mayores de edad o hasta familias con niños pequeños.A pesar del ambiente familiar si hubo pequeños grupos principalmente masculinos consumiendo algunas drogas.
Al aparecer KC and the sunshine band el ambiente se encendió con todos los presentes felices al ritmo de “Shaker your booty”.
“Hola México, ¿cómo estás? Yo estoy muy bien, tengo tengo 74 años, necesito un respiro”, dijo Harry Wayne con un fluido español.
“Vamos a regresar en el tiempo”, agregó diciendo el año de cada canción.
Su media hora en escenario solo les permitió tocar sus temas más icónicos como “Please Don't Go”, “Boogies shows” y principalmente “That’s The way”.
El groove de Earth, wind and fire se apoderó de la noche
Tras la intervención de La mula brass band & stars en el escenario secundario Bermuda, las luces del escenario Vivir es increíble anunciaban a la banda más esperada por los presentes.
Ingresaron todos los músicos a sus posiciones mientras las luces apuntaron al centro del escenario y ahí estaban los tres miembros fundadores que permanecen en la banda los cantantes Philip Bailey, Ralph Johnson y el bajista Bernie White.
Todos de vestimenta formal combinando negro y verde con distintos estilos brillantes. El ritmo en el bajo y percusiones hizo que el público instintivamente replicará el ritmo chocando sus palmas en el aire.
Visuales con el característico arte egipcio de la banda y otras más modernas ilustraron temas como “Shining Star”, “Jupiter” y “Sing a song”, además de su cover de “Got to Get you into my life”.
“Quiero que todos levanten sus celulares y enciendan las luces” pidió la banda para “Devotion”, y el público fue tomado por sorpresa reaccionando con gritos y aplausos por la aguda voz que dio vida a las notas de “Reasons” ilustrada por galaxias y estrellas.
La imagen del difunto Maurice White se vio en las pantallas en más de una ocasión, pero principalmente durante “Rock that”.
“Si se la saben canten conmigo”, dijo en español el cantante más joven de la agrupación.
Guardaron todos su éxitos para la recta final de su presentación arrancada con “After The love is gone” seguida por “Fantasy”, “Boogie Wonderland” y “Let’s Groove”. El punto máximo de su concierto fue “September”, que alcanzó un clímax donde nadie se preocupaba por grabar sino que todos los presentes estaban bailando disfrutando el momento.
La energía y ganas de bailar fue conservada por el DJ Claudio Yarto en el escenario secundario durante casi una hora en lo que el escenario principal estuvo listo para The beach boys.
Los headliners cerraron la noche con clásicos del rock como “Good vibrations”, “Surf un USA” y “Wouldn’t be Nice” ilustrados por videos de sus décadas de apogeo, gente surfeando y la letra de las mismas canciones.
OAGP
