Jafar Panahi es de los pocos directores que ha logrado ganar el León de Oro en Venecia, el Oso de Oro en Berlín, y en la más reciente edición de Cannes, la Palma de Oro. Aun así, nunca ha estado en la carrera por el Oscar, ya que Irán jamás ha postulado sus películas y durante años lo mantuvieron vetado de filmar; pero él continuó haciéndolo en la clandestinidad.
En mayo, Panahi volvió al festival francés con Just an Accident, una película rodada en secreto y que le permitió alzarse con la Palma de Oro gracias a este thriller político que ha incomodado a las autoridades iraníes. Sin embargo, pese a este triunfo internacional, el filme no podrá competir por el Oscar a Mejor Película Internacional representando a su país: Irán.

El propio cineasta nos compartió, en entrevista en el Toronto International Film Festival (TIFF), que la Academia requiere que cada país seleccione y postule oficialmente su película, lo que en su caso resulta imposible.
“La verdad es que, de acuerdo con las reglas del Oscar, cualquier película tiene que proyectarse en su país de origen al menos una semana y, más allá de eso, debe ser nominada por el propio país. Dudo mucho que el mío nomine mi película”, compartió Panahi a MILENIO en Toronto, consciente de la censura que enfrenta en Irán.
Al cuestionarlo sobre la posibilidad de que su país pudiera cambiar de opinión, fue tajante: “El régimen iraní no reconoce estas películas porque se hacen de manera encubierta”, enfatizó.

Así, mientras en Occidente se celebra su valentía y su cine se convierte en referente de resistencia, en su propio país permanece silenciado.
Just an Accident, un thriller con dilemas morales: ¿De qué trata?
Más allá de su trasfondo político, Just an Accident es un thriller absorbente que plantea un dilema moral desde su primera escena. La cinta inicia cuando un hombre: Eghbal, atropella a un perro y se topa con Vahid, un ex preso político que lo confunde con un agente que lo torturó en prisión. Impulsivamente, Vahid lo secuestra, pero como no está seguro de su identidad, reúne a otras víctimas que, en un viaje en auto, se debatirán sobre si deben ejecutar al supuesto culpable.
Para la crítica, esta película es tanto una metáfora del sistema represivo iraní como una meditación sobre la delgada línea entre justicia y barbarie. A la par, IndieWire ya la incluyó en su lista de las 100 mejores películas de la década.

En los últimos años, Panahi ha enfrentado encarcelamientos, interrogatorios y arrestos domiciliarios, además de un veto de veinte años que le prohibía hacer cine. A pesar de ello, nunca dejó de filmar: convirtió la prohibición en un motor creativo y transformó su entorno inmediato en materia cinematográfica.
En 2023 las autoridades levantaron formalmente el veto para viajar y filmar, pero la realidad fue distinta: cualquier proyecto debía pasar por el Ministerio de Orientación y recibir autorización, algo impensable para un director crítico con el régimen. Ante la negativa de recursos, Panahi volvió a lo que mejor sabe hacer: rodar en la clandestinidad, con equipos reducidos y medidas de seguridad extremas para resguardar el material.
Ese vaivén entre encierro y exilio ha marcado su obra, y precisamente Just an Accident se filmó de la misma manera: sin permisos y con un equipo reducido.
“Esta película, al igual que mis cinco o seis anteriores, se ha realizado de forma clandestina. Al principio, no teníamos mucha experiencia, pero ahora ya hemos adquirido más experiencia y, afortunadamente, nos resulta más fácil hacer estas películas”, nos dijo en Toronto.
Que las actrices aparezcan sin velo en pantalla es otro gesto de desafío contra las normas impuestas. Que la película se haya proyectado en Cannes y Toronto, un recordatorio de que el cine puede traspasar fronteras.

Así fue su triunfo en Cannes
La presidenta del jurado de Cannes, Juliette Binoche, explicó su decisión de coronarla:
“La película nace de un sentimiento de resistencia y supervivencia, absolutamente necesario hoy en día; por eso consideramos importante otorgarle el máximo galardón. El arte siempre triunfará. Lo humano siempre triunfará. Nuestro impulso creativo puede transformar el mundo”, señaló la actriz en Cannes.
Tras recibir la Palma de Oro, Panahi agradeció a su familia y colaboradores, además de lanzar un mensaje a sus compatriotas.
“Creo que es el momento de pedirles a todos, a todos los iraníes con opiniones diferentes, en Irán y en todo el mundo una cosa: dejen de lado los problemas y las diferencias. Lo más importante es, sin duda, nuestro país y su libertad”, remarcó.

El cine como acto de resistencia y un llamado a la conciencia
Durante el Festival de Toronto, Panahi resumió lo que para él significa hacer cine hoy: un acto de libertad y un recordatorio de que el arte puede unir a las personas.
“El cine nos acerca, crea un dolor compartido sin importar dónde estemos. Ojalá vivamos en un mundo en el que todos seamos amigos, íntimos y libres”, expresó al recibir el TIFF Special Tribute Award.
En ese mismo espacio, durante la ceremonia de los TIFF Tribute Awards en la que también se reconoció al cineasta mexicano Guillermo del Toro, Panahi habló con franqueza sobre sus preocupaciones.
“La verdad es que estoy un poco asustado. Veo cosas que no son buenas señales. Tal vez si hubiera salido de Irán cada dos años, no me sorprenderían tanto, se volverían hábitos. Pero ahora noto signos que me hacen temer hacia dónde vamos”, indicó.
El director alertó que los síntomas de autoritarismo que en su momento no fueron atendidos en Irán hoy se repiten en otros lugares.
“Cuando vimos esas señales en mi país, no les prestamos atención. Y esa falta de atención resultó en que hoy vivamos bajo una gran dictadura. ¿Está el mundo encaminándose a un lugar aterrador?
“Espero que lo que ha ocurrido en otros países se convierta en experiencia aquí, para que la gente tome en serio esas señales. Todos somos responsables de nuestros países”, concluyó.
¿Hay esperanza para el Óscar?
A pesar de que Panahi duda que su película pueda competir en el Óscar, el consenso entre especialistas internacionales es distinto.
Variety ha señalado que lo más probable es que Just an Accident sea enviada por Francia, mientras que Next Best Picture apunta a que Luxemburgo podría ser el país que la postule. De hecho, críticos de ese medio como Dan Bayer, Alyssa Christian, Sara Clements, Nadia Dalimonte o Will Mavity la colocan entre sus favoritas en la categoría de Mejor Película Internacional, situándola en el segundo lugar de sus predicciones, solo detrás de la noruega Sentimental Value.
Pero incluso si Just an Accident no llegara a los Oscar, el filme ya conquistó algo más trascendente: convertirse en símbolo de resistencia frente a la represión y en advertir sobre los riesgos que acechan a la democracia en cualquier lugar del mundo.
¿Dónde verla?
Mubi adquirió los derechos de distribución de Just an Accident en América Latina, el Reino Unido, Irlanda, Alemania, Austria, Turquía e India; mientras que Neon adquirió los derechos para Norteamérica. En Estados Unidos se estrenará el 15 de octubre de 2025.
jk