Ciudad de México /
Esmeralda Palacios es una personalidad de la farándula que muchos recuerdan por haber sido pareja del irreverente conductor de televisión Facundo.
Pero ahora su nombre se ha hecho tendencia en redes después de que mencionara que enfrentó problemas de salud debido a sus implantes.
Esmeralda Palacios, ex pareja de Facundo, tiene problemas de salud
Esmeralda Palacios utilizó su perfil de Facebook para mandar un comunicado en el que informa sobre su estado de salud, el cual se vio afectado debido a sus implantes:
“¡Me explotó un implante! Hola, tengo 49 años recién cumplidos (hace 3 días) y me puse implantes hace 10 años por: vanidad, porque amamanté a 3 hijos y porque justo me divorcié y tenía lana para hacerlo y me di un regalito. Hoy en día no sé si lo volvería a hacer también porque ya soy otra versión de mí, porque hoy en día veo más para adentro y mi salud que mi vanidad.”
En la misma publicación habla de cómo los implantes solo promovieron su vanidad, pero le causaron problemas de salud.
“De entrada no quiero que se malentienda: cada quien hace y deshace de su cuerpo (su templo) lo que quiera. Hoy no lo haría porque, poniendo una balanza, me queda debiendo el haberlo hecho. Sí me dio una falsa seguridad un par de años, ¡sí! Sí me dio unas selfies bien likedas jajajaja, que por cierto hoy me dan oso jajajaja, y sí levanté 2/3 piropos que tenía como target. ¿Y qué crees? ¡Solo eso! En cambio, cada vez que me ponía una vacuna (COVID, influenza o cualquier otra) mi cuerpo reaccionaba terrible con los implantes: se me hinchaban los senos, me dolían horrible unos 10 días y mi doctor decía que cuando el cuerpo siente que hay agentes externos lucha contra ellos, y mis implantes se unían a cualquier agente externo que entrara, fuera virus, bacteria o vacuna. Así que, en 10 años que los tuve, sí la pasé medio mal en ese tema.”
Por último, menciona que ya se sometió a una cirugía que salió con éxito.
“Ayer 10 de noviembre me operaron y hoy estoy en mi cama, gracias a Dios estable, con dolor pero superable y recuperándome de una vanidad. Una vanidad que hoy no vale la pena, una vanidad que solo me causó problemas con mi templo y acercarme a un mundo superficial de un ‘qué rica estás’, que no vale nada para mí hoy en día. Les quería compartir para que tomen y empaticen con mi historia en lo que quieran, porque siempre la vivencia, la historia de alguien más te suma en la vida para algo.”