La Cenicienta es uno de los cuentos populares que muchos de nosotros conocemos, pues todos recuerdan la historia de la princesa que sufre los abusos de sus hermanastras y su madrastra, pero que, con ayuda de un hada madrina, logra enamorar al príncipe.
Ahora llega la cinta La hermanastra fea, una versión desde un punto de vista diferente en el que vemos hasta dónde está dispuesta a llegar una persona por buscar “sus metas” o, tal vez, para complacer las exigencias de los demás.

La hermanastra fea, una mirada diferente a Cenicienta
El año pasado disfrutamos de La sustancia, una cinta que criticaba los estándares de belleza y que puso el body horror en lo más alto.
Ahora, una nueva película busca seguir un camino parecido: hablamos de La hermanastra fea, una cinta que nos muestra una versión diferente del clásico cuento (y de sus diversas adaptaciones) de Cenicienta, en donde se nos presenta al personaje de la Hermanastra Fea como la protagonista.
La historia nos presenta a Elvira, una joven catalogada como poco agraciada que, pese a su físico, es invitada a un baile que podría cambiar su suerte, pues en este evento tendrá la oportunidad de conocer y enamorar al príncipe. Para lograrlo, la joven comienza a someterse a procedimientos estéticos muy cuestionables, promovidos por su propia madre.
El elenco está compuesto por Lea Myren como Elvira, Thea Sofie Loch Næss como Agnes, Ane Dahl Torp como Rebekka y Flo Fagerli como Alma.
Una película que, al igual que La sustancia, busca criticar los estándares de belleza que ha impuesto la sociedad, utilizando el body horror como su principal herramienta.
¿Qué es el body horror?
El body horror es un tipo de terror que juega con el miedo a que nuestro cuerpo cambie o se destruya. Se enfoca en mutaciones extremas, infecciones, deformidades y en la pérdida de control sobre lo físico, provocando incomodidad y repulsión.
Este subgénero es tan impactante porque toca un miedo muy humano: que el cuerpo, esa parte que sentimos como nuestra identidad, se vuelva algo desconocido y amenazante. Ejemplos icónicos son The Fly de David Cronenberg, The Thing de John Carpenter y el anime Akira. El body horror mezcla asco y angustia para recordarnos lo frágiles que somos y cómo nuestro propio cuerpo puede convertirse en una pesadilla.