La historia tendrá acento mexicano en la final de dobles del Querétaro Open presentado por Mexcovery. Marian Gómez Pezuela Cano, junto a la veterana estadounidense Varvara Lepchenko, selló su pase al partido por el título del WTA 125 tras imponerse con autoridad a las segundas sembradas, Haley Giavara y Alexandra Osborne, por 6-3 y 7-5.
El triunfo no sólo significa una final; es el cierre perfecto de una semana que la mexicana vivió entre familia, afecto y buen tenis. "Estoy feliz, feliz, feliz de estar aquí, de sentirme en casa, dormir en mi cama, tener a mis amigas, a mi familia. Eso te cambia todo. Uno juega distinto cuando está rodeado de cariño", confesó, con una sonrisa que apenas contenía las lágrimas.
El encuentro arrancó con el impulso de quien juega con el alma: quiebre temprano sobre el servicio de Giavara, contundencia al sostener el propio, y un segundo rompimiento que puso el marcador 4-0. Hubo cuatro quiebres consecutivos en el set, pero siempre con ventaja para Gómez Pezuela y Lepchenko, quienes cerraron el primer parcial 6-3.
En el segundo set, Giavara y Osborne intentaron rebelarse con un rompimiento inicial, aunque sin poder confirmarlo. Marian y Varvara respondieron con temple, devolvieron la presión y firmaron el pase a la final con otro quiebre decisivo.
A sus 24 años, Gómez Pezuela Cano atraviesa una temporada brillante: cuatro títulos ITF de dobles, el más reciente en Cuiabá (Brasil), además de coronas en Trelew, Chacabuco y São Paulo. Este torneo marca su consolidación en el circuito WTA. "Me estoy introduciendo en este nivel, aprendiendo, probándome. Gané mi primer partido WTA la semana pasada y ahora estoy en una final. No tengo palabras. Es algo inexplicable, pero quiero seguir, ponerme límites más altos", dijo, visiblemente conmovida.
A su lado, Lepchenko —39 años, una jugadora curtida en Grand Slams— fue la guía perfecta. No jugaba dobles desde junio, cuando llegó a semifinales en Ilkley. Hoy, su experiencia fue el ancla del equipo. "Hoy queríamos disfrutar, sin presión. A veces cuando tienes una compañera con tanta trayectoria, eso impone, pero también enseña. Yo me dejé guiar y este resultado es prueba de eso", admitió Marian con una mezcla de humildad y gratitud.
Cuando le preguntaron si ya pensaba en la final, soltó una risa nerviosa:
"Acabamos de salir de la cancha, creo que ahora toca disfrutar el momento. Mañana ya pensaremos en lo que sigue".
El Querétaro Open se jugará su título con una mexicana en la cancha y una ciudad entera expectante. Marian Gómez Pezuela Cano está a un paso de convertir una semana de ensueño en una postal para la historia: la final WTA que soñó desde niña… y que ahora disputará en su propia casa.
RGS
