Sara Bejlek avanza con la serenidad de quien conoce el peso de su talento. La joven checa, primera sembrada del Querétaro Open presentado por Mexcovery, despachó este viernes a la francesa Selena Janicijevic, séptima preclasificada, por 6-4 y 6-0, para sellar su pase a las semifinales del torneo.
Bejlek, que a sus 19 años ya carga con el título de campeona junior de Roland Garros (2022, en dobles junto a Lucie Havlickova), ha mostrado una evolución visible durante la semana: tres sets en su debut, un segundo partido más sólido, y ahora una exhibición casi quirúrgica en dos parciales. Una progresión que no habla solo de tenis, sino de madurez.
“Me siento bien de que pude tener un buen desempeño, estoy contenta de que logré mantener la calma. Estoy sorprendida de cómo nos ha apoyado la gente, espero que lo hagan mañana”, dijo la checa, con una sonrisa tímida que contrastaba con la contundencia de su juego.
La historia tenía cuentas pendientes. En su único enfrentamiento previo, en el W25 de El Cairo en 2022, Janicijevic la había derrotado cuando Bejlek aún era una promesa en ciernes. Tres años después, la revancha se escribió sin titubeos.
El primer set fue una especie de tira y afloja: ambas jugadoras cautelosas, probándose, buscando la grieta. La checa quebró en el sexto juego, pero la francesa respondió de inmediato. El equilibrio parecía inamovible hasta que, en el décimo game, dos dobles faltas consecutivas de Janicijevic entregaron el set sin dramatismo, pero con un dejo de resignación.
Y ahí se rompió todo. En el segundo parcial, Bejlek fue un torbellino, ganando seis juegos consecutivos con un tenis que mezcló precisión, cabeza fría y una cadencia que descolocó por completo a su rival. Cada punto pesaba más para la checa, que ganó el 60% de los puntos con su primer servicio y mantuvo una consistencia que ya es su sello.
Janicijevic, por su parte, se fue diluyendo entre errores no forzados y una frustración que se volvió visible: su último juego terminó, otra vez, con una doble falta.
Bejlek cerró el duelo sin aspavientos, con la calma de quien sabe que está construyendo algo más que un resultado: una versión más fuerte de sí misma. Y mientras el sol bajaba sobre las canchas queretanas, la checa dejó una sensación clara: no solo está ganando partidos, está empezando a creerse protagonista.
MGC
