En un tiempo en el que los conciertos de rock estaban vetados, los diarios de Ciudad de México anunciaron la insólita presentación de uno de los grupos de rock más populares del momento en un salón de postín de un gran hotel, todavía en construcción, con precios exorbitantes.
“The Police en concierto, único día —refería el anuncio—. Sábado 15 de noviembre en el Gran Salón del Hotel de México, 8:30 de la noche. Artistas exclusivos del Canal 13 de televisión”.
Quienes tuvieron la fortuna de asistir al histórico concierto, recuerdan que el espacio destinado para la presentación no tenía nada que ver con un foro de rock, y que la gente, vestida de pipa y guante, terminó bailando encima de las mesas.
A 45 años de su primera visita, Stewart Copeland regresa
A 45 años de aquella presentación, Stewart Copeland, baterista de la icónica banda que incluía a Sting en bajo y voz y a Andy Summers en la guitarra, regresa a México para presentar el viernes 12 de diciembre en la Sala Nezahualcóyotl ‘Police Deranged for Orchestra’, concierto que revive los éxitos del trío que, con sólo cinco discos, conquistó el mundo y sigue atrayendo a nuevas generaciones.
Afable en todo momento y con un saludable sentido del humor, dice en entrevista que recuerda muy bien aquellos conciertos que formaban parte de un tour que incluía a Chile y Argentina.
“Los recuerdo bien porque era un tiempo en el que las bandas de rock no tocaban aquí, así que era algo especial sentir que era una novedad para la gente. Para mucha gente era la única banda que habían visto. Eso es algo que no se puede repetir, porque ahora cualquier grupo viene a tocar. En México las cosas fueron muy bien, pero en Chile todavía era el tiempo de la junta militar y podías sentir la presión, incluso una banda de rock podía sentir la presión. En Argentina también se sentía un poco eso. Esos dos países son totalmente diferentes ahora”.
Copeland comenta que tiene un largo amorío con las orquestas, sobre todo cuando trabajó como compositor de soundtracks, y por ello decidió revivir las canciones de Police con un formato diferente a un grupo de rock.
“Me escapé de Hollywood –advierte con una sonrisa malévola–. Me enseñaron las cosas sorprendentes que puede hacer una orquesta, la cual tiene un enorme vocabulario: puede rugir como un ejército invasor, puede alcanzar emociones muy profundas, puede hacerte reír. Su vocabulario es muy amplio y por eso sigo aprendiendo cómo trabajar con una orquesta, lo que se puede hacer con ella. Estudio la música de Stravinski, Ravel y otros, sobre todo compositores del siglo XX, que han sido mi principal inspiración. Pero ya no escribo música para Hollywood, sino ópera, que no es una buena forma de ganar dinero. Pero eso está bien: mis hijos ya crecieron y ya no están en la casa, así que me puedo dar el lujo de hacer cosas que no son necesariamente también pagadas como en Hollywood”.
Su concierto en la Sala Nezahualcóyotl
¿Por qué recurriste a tres mujeres para cantar?
Porque no puedo reemplazar a Sting, porque si lo haces con un solo cantante terminarías con su carrera, así que tomé la vía contraria con tres cantantes de soul. Esa fue una solución práctica, pero en cuanto escuché a las tres mujeres cantando se volvió algo diferente. Es como The Supremes cantando “Every Breath You Take” y yo golpeando los tambores detrás de una orquesta. En su tiempo no le puse atención a ese sonido vocal de tres mujeres —o de cuatro hombres, como The Four Tops—, a ese mundo del r&b, porque estaba más metido en Jimi Hendrix y el blues. Ahora redescubro este género de tres mujeres cantando y es una bendición inesperada. ¡Es una gran idea, y muy hermosa!
¿Cómo se eligió el repertorio para estos conciertos?
Tocamos los grandes éxitos de The Police, canciones que son muy conocidas. He tocado este concierto durante dos o tres años y cambio algunas canciones, dependiendo de cómo funcionan con el público. En cuanto a la parte de la guitarra la sustituí con arreglos orquestales, que era única manera de sustituir a Andy Summers, y por fortuna a la gente le ha gustado. Tocamos suficientes canciones para que el público las reconozca y les permita evocar recuerdos y emociones ligados a cada una de ellas, si bien también incluimos elementos nuevos.
¿Qué importancia crees que la música tiene para los jóvenes?
La música no es una cuestión de moda, es algo inherente en el homo sapiens. Hice una serie documental para la BBC sobre qué es la música y descubrimos cosas muy interesantes. La número uno es: sexo. La música es la única forma de arte que mueve tu cuerpo físicamente. Shakespeare, Rembrandt, no lo hacen. La música hace que te muevas involuntariamente. Pero también sirve para la cohesión social. Los arqueólogos piensan que una de las razones por las que el homo sapiens triunfó sobre el neandertal, aunque tiene el cerebro más grande, fue porque nosotros teníamos música. Hace poco estuve en una cueva en Alemania viendo una flauta con cinco agujeros hecha hace 30 mil años con el fémur de un buitre y con la que puedes tocar la música de John Coltrane. Los humanos descubrieron la agricultura hace 10 mil años, pero 20 mil años antes descubrieron la música. Así que la música estaba antes que la comida. Eso te habla algo de la posición de la música en la experiencia humana.
Y pronto aparecieron los tambores.
Y los tambores, por supuesto. Los tambores son el centro del universo artístico (dice con una gran carcajada).