Desde la primera secuencia Capitán Fantástico sabe cautivar: un muchacho emerge de la selva y corta el cuello de un ciervo. ¿Hemos vuelto a la edad de piedra? No. Es solo que el Capitán Fantástico y su esposa han decidido llevar a sus hijos al bosque para crear con ellos al rey filósofo. Para semejante efecto necesitan hacerse, primero, con una república platónica en la que Marx sea dios y Lenin su profeta. La película podría resultar chocante por su beligerante activismo, pero resulta muy recomendable porque es una comedia más bien inocente. Matt Ross, el director, consigue buenos resultados no solo porque Viggo Mortensen vuelve atractivo al comunista más recalcitrante sino, sobre todo, porque sabe dónde colocar la cámara, cuándo hacer sonar a Bach y, en suma, hacer buen cine.
Si uno viese esta obra más allá del divertimento tendría que hacerse la pregunta que aquí formulan los malos de la película: ¿cómo van a enfrentarse al mundo unos niños que creen que la única convención válida es no comer encuerados? El drama comienza a parecer honesto cuando nos enteramos de un suicidio, pero el realizador sigue fascinado con el buen salvaje y su guión termina por hacer parecer que el comunismo de los años sesenta (que en este siglo se ha vuelto ecologismo) es la única opción ante la frivolidad.
Con respecto a la inocencia de la película, resulta oportuno que ésta se quede más allá, al otro lado de la pantalla, donde a nadie puede hacer mal, porque alejarse del mundo para volver a crear la sociedad desde el inicio (sueño de cualquier radical) ha cobrado víctimas tanto en la ficción como en la vida real. En la ficción está El señor de las moscas, en la vida real, cultos socialistas como los de la familia Phoenix, hippies que se hacían llamar “Los hijos de Dios”. Ellos dieron a sus hijos el primer churro. Varios años después River Phoenix terminaría muerto de un pasón, pero en películas como Capitán Fantástico las cosas nunca terminan tan mal. Los niños seguirán presumiendo de ser los más sabios de su clase, se volverán granjeros orgánicos y, aunque pese sobre de ellos el suicidio de un ser amado, todo lo explicarán “científicamente.” El mundo no es así, pero el buen cine está lejos de ser como el mundo parece ser.
Capitán Fantástico (Captain Fantastic). Dirección: Matt Ross. Guión, Matt Ross. Con Viggo Mortensen, George MacKay, Missi Pyle, Kathryn Hahn. Estados Unidos, 2016.
@fernandovzamora