La Navidad es una fecha dedicada a la esperanza, con buenos deseos y noticias, pero existe una leyenda que habla de de una bestia que aterroriza durante esta fecha tan esperada por muchos: el Krampus, un monstruo que roba niños pero a pesar de todo es festejado.
Su apariencia es aterradora, pues su apariencia de monstruo al ser parte cabra y demonio, seguro te da un buen susto en las fechas de diciembre. Sobre todo en el Día de San Nicolás, cuando sale por los pequeños que se han portado mal.
¿Quién es Krampus?
Cada 5 de diciembre, mientras San Nicolás recorre los hogares para premiar a los niños que se portaron bien, una figura mucho más oscura camina a su sombra. Krampus es un ser mitad hombre y mitad macho cabrío que, según la tradición alpina, castiga a quienes no han sido buenos niños o personas durante el año.
De acuerdo con National Geographic, esta criatura es el contrapunto perfecto al generoso obispo cuya leyenda daría origen a Santa Claus, encarnando “la cara temida de la Navidad”. La tradición concuerda en que es diciembre cuando el demonio sale.
¿Cuál es el origen de Krampus?
La figura de Krampus tiene sus raíces en la mitología pagana precristiana, donde era considerado hijo de una divinidad del inframundo; sin embargo, a pesar de que es más conocido en los países europeos, en México y América también se ha dado a conocer, sobre todo por los festejos que hay entorno a él.
Su aspecto original era el de “un macho cabrío con lengua de serpiente”, una representación que se asocia al mundo de los espíritus y los ciclos naturales del invierno.
Con la llegada del cristianismo a Europa, el personaje fue asimilado al imaginario demoníaco, lo que le dio rasgos antropomorfos, es decir brazos, piernas, y caminar en dos pies, que lo acercaban a la figura del Diablo.
Su apariencia, sin embargo, varía según la región, pues en algunos lugares se presenta como un demonio peludo con cuernos de cabra; en otros, conserva las pezuñas y la cola de su origen animal.
¿Por qué aterroriza la Navidad?
En la tradición europea, especialmente en Austria, Alemania y partes de los Alpes, Krampus aparece la noche del 5 de diciembre, conocida como Krampusnacht o “Noche del Krampus”.
Según el folklore, el monstruo visita las casas con un haz de ramas de abedul para azotar a los traviesos. En los relatos más extremos, se los lleva en un cesto a la espalda para “comérselos, ahogarlos en un río o arrastrarlos al infierno”.
¿Por qué se festeja a Krampus?
Pese a su ferocidad Krampus se convirtió con el tiempo en parte inseparable de las celebraciones de San Nicolás. National Geographic señala que su presencia funcionaba como un “alter ego demoníaco” que asumía las tareas que la Iglesia no quería atribuir directamente a un santo, es decir, castigar, asustar y disciplinar.
Con la expansión de los cuentos populares durante el siglo XIX, Krampus salió de las aldeas de montaña para llegar a ciudades y mercados navideños.
En la actualidad, países del centro de Europa celebran desfiles llamados Krampuslauf, donde hombres disfrazados con pieles, máscaras talladas y enormes cuernos recorren las calles para mantener vivo un ritual que mezcla folclore, humor y catarsis colectiva.
México no se queda atrás, pues hay algunos sitios o comercios que se unen a este festejo del 5 de diciembre en honor a Krampus. A pesar de que su apariencia puede variar y ha cambiado a lo largo del tiempo, lo ha perdurado por mucho es su función, ya que se espera que castigue a los niños que se han portado mal durante el año.
YRH