En el fascinante universo del arte, pocas figuras logran conjugar la intensidad emocional con un valor económico tan impactante como Frida Kahlo.
La obra El sueño (la cama) subastada este jueves 20 de noviembre no solo refleja vivencias profundas y una voz única, sino que también rompe récords en subastas internacionales.
Es una pieza emblemática alcanzó la asombrosa cifra de 54.7 millones de dólares en Sotheby’s, consolidando su legado y la fascinación global por sus autorretratos, que son mucho más que simples cuadros: son ventanas directas a su alma y a la complejidad de su existencia.
Hilda Trujillo, ex directora del Museo Casa Azul, comparte con MILENIO momentos reveladores sobre la relación de Frida Kahlo con sus fuentes artísticas y su legado.
Realmente emocionada, Trujillo siguió de cerca los detalles de la subasta de esta obra de Frida. Como experta en la obra de la pintora mexicana, comentó que aunque ella mantuvo cierta distancia con el movimiento surrealista, no dejó de consultarlo, con una cercanía ambivalente que reflejaba su complejidad interior.
"Encontramos un mueble, un librerito en la Casa Azul lleno de libros y referencias relacionadas con esos artistas surrealistas, eso reveló que, desde su cama, Frida Kahlo podía observar y dialogar con esas ideas, pese a que a veces las negaba y otras veces las adoptaba".
La experta comenta que el vínculo íntimo de la artista con surrealismo se refleja en El sueño (La cama): “Habla de una artista que, lejos de pertenecer a una categoría estricta, exploraba y moldeaba su estilo desde la independencia y el sentimiento”.
Y destacó: “No cualquier obra de Frida alcanza estas cifras espectaculares, son principalmente sus autorretratos”.
La esencia de la pintora
El sueño “captura su imagen y narra su historia, su dolor y su fuerza, por eso es una pieza única e irremplazable en el mercado global. Frida Kahlo es la creadora latinoamericana más caramente vendida, está en las grandes ligas. El cuadro, por su calidad, merecía venderse más caro, nada más alcanzó 54.7 millones de dólares cuando tiene una mejor calidad. El mercado es caprichoso”, dice Trujillo.
"Un cuadro que se vendió años antes a esta subasta era más chiquito, de 30.5 por 98 centímetros, y se vendió muy caro para el tamaño".
Sobre el comprador, la experta comenta: “No dicen quién lo adquirió, no tengo ni idea de quién habrá sido”.
Trujillo compartió la sensación de asombro que sintió al ver que, a media subasta, hubo un mejor postor: "Me vino a la memoria cuando me tocó valuar el cuadro Las sandías de la Casa Azul en 2002. En ese momento estaba valuada en alrededor de 1.5 millones de dólares y en la actualidad ese cuadro en México vale menos, pero a escala internacional su costo rondaría en los 30 millones de dólares”.
La pregunta es hasta dónde llegará la fascinación y el valor simbólico de estas obras, las mismas que representan el espíritu de Frida Kahlo.
BSMM