Colores, movimiento y pasión se unieron en un espectáculo que rinde homenaje a una de las mujeres más icónicas del arte mexicano: Frida Kahlo.
A través de la danza contemporánea, la compañía The Co. del Tecnológico de Monterrey llevó al escenario la vida, el dolor y la fortaleza de la artista en una presentación que conmovió al público por su intensidad visual y emocional.
El montaje inicia con una escena cargada de fuerza simbólica: el accidente que cambió su destino. Entre luces, sombras y movimientos quebrados, los bailarines representan el momento que marcó su cuerpo y su alma.
En cada paso, se percibe el proceso de reconstrucción física y emocional que Frida vivió tras permanecer meses postrada en una cama, encontrando en el arte una forma de sanar.
La historia continúa con el encuentro entre Frida y el muralista Diego Rivera, el gran amor —y también el gran dolor— de su vida.
Entre pasos intensos y miradas cargadas de emoción, la coreografía plasma esa relación apasionada y tormentosa que inspiró muchas de sus obras.La La
obra que celebra a la mujer que convirtió el dolor en arte
Como ella misma lo expresó alguna vez:
"Tuve dos accidentes en mi vida: uno en el que un tranvía me arrolló... y otro fue Diego Rivera".
Una danza de contrastes: entre la inspiración y el sufrimiento
El espectáculo culmina con una de las frases más emblemáticas de la artista:
"Pies, ¿para qué los quiero, si tengo alas para volar?".
Un homenaje a la mujer que convirtió la herida en creación. Un símbolo de resistencia y libertad como lo es Frida Kahlo.
Un cierre perfecto para una obra que celebra a la mujer que convirtió el dolor en arte y la herida en creación.
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