Mónica Lavín (Ciudad de México, 1955) deja atrás su pasado literario para que su alter ego, Lavinia Melín emprenda un viaje fantástico con el fin de sobreponerse a un bloqueo creativo que la llevará décadas atrás y encontrarse con tres escritoras esenciales en su vida: Carson McCullers, Katherine Anne Porter y Eudora Welty.
En entrevista con MILENIO, la escritora revela las claves de La ausencia (Planeta), una novela donde reflexiona sobre la libertad creativa y el riesgo de la corrección política en la literatura.
El viaje literario detrás de La ausencia
¿Qué buscabas en este viaje literario?
La novela nace del fantasma del bloqueo creativo, del temor de ya no tener una idea para la escritura. Por tanto también de la reflexión de qué es la escritura, qué significa en la vida de quien se dedica a ello. En este caso lo puse en estos cuatro personajes: las tres que sí existieron y Lavinia Melín, que es la que tiene el bloqueo.
¿Tenías miedo al fantasma del bloqueo?
Tengo una minificción que dice: “Por fin tenía tiempo, pero ya no tenía ideas. Cuando había conquistado el tiempo y la libertad”, que es un poco donde estoy yo ahora por la edad, porque no estoy dando clases, no cuido hijas y gozo a los nietos. Tiempo y libertad conquistados, y qué tal si no hay eso que es en realidad el propósito; eso también yo quería explorarlo: la escritura y la vida.
En 1941, tres figuras icónicas de la literatura estadunidense coincidieron en una residencia artística: Carson McCullers, Katherine Anne Porter y Eudora Welty. Mientras que, en el presente, Lavinia Melín es una escritora que se ha quedado sin ideas y se pierde en esta historia en busca de inspiración, sin darse cuenta de que se adentra también en un universo donde los límites entre la realidad y la ficción desaparecen.
¿Qué querías explorar?
Yo estuve en esa residencia hace unos años, no en los de ellas (risas). Quería oír a estas escritoras que me gustan mucho, sobre todo para saber cómo habían negociado vida, escritura y sus sequías porque escribir es estar vivo, es trabajar contra el tiempo y contra la oscuridad. Y nunca puede ser políticamente correcto, jamás.
¿Te sentiste en libertad total?
Yo quería ponerme retos diferentes, usar lo fantástico como una posibilidad. Mi novela anterior fue Últimos días de mis padres, absolutamente realista, testimonial, descarnada, y fue un riesgo distinto. El lado salvaje eran cuentos que marcaban un pulso diferente. Con La ausencia pude deschongarme y me gusta la idea de que, con el paso del tiempo, uno conquista cierta libertad creativa, seguir experimentando.
¿Fue un riesgo?
Me pude haber quedado en la novela histórica después de sor Juana y Las rebeldes, pero no. A mí me gusta sortear aventuras distintas y aquí, claro, hay una conciencia de escritura que me ha dado el tiempo. Me pregunto más sobre quién está detrás de las novelas y de los libros. Me interesa porque yo hago eso, porque quiero saber dónde nacen las ideas y dónde están las historias que me interesan en un mundo abrumado de noticias.
¿Es una novela complicada?
Disfruté mucho este momento de escritura, estos dos años que me implicaron, aunque, claro, hay momentos que padecí porque mi estructura me estaba enloqueciendo. Tenía que mapearlo con tarjetas y tratar de entender este mundo. Me gustan mucho las estructuras, es algo que me interesa mucho en la escritura, que creo que tiene esta parte de la lógica y esta parte imaginativa y locuaz; siempre están mano a mano para construir ese mundo de palabras y a mí me gusta la idea de explorar lo metaliterario, la realidad y la ficción.
La literatura para Mónica Lavín
¿Qué es la literatura para ti?
Un espacio donde todos los tiempos pueden existir. Ahí pueden estar todos los personajes de los que hablo en la novela, las escritoras o Capote, y se trastocan los tiempos. Eso es leer, eso es escribir, y esta novela es más juguetona con el artificio también, con qué es la escritura, qué es una novela. Escribir siempre es un acto de rebeldía contra lo que no podemos revertir, que es el paso del tiempo, a veces cierta impotencia social, la caída de las utopías, y creo que la literatura, la escritura y la lectura siempre son ese territorio donde todo es posible, donde podemos mirar e inconformarnos y reírnos.
¿Cuándo presentarás La ausencia?
En la próxima Feria Internacional del Libro de Guadalajara, y en enero de 2026 en Ciudad de México. Estamos calentando motores para promoverla donde podamos hacerlo.