En Zapopan recuerdan que la muerte no es un final, es un recordatorio de que la vida continúa en la memoria, tal es el caso de una exhibición en el Panteón de Atemajac donde se invita a cruzar el umbral del tiempo.
Este recinto es uno de los tres afortunados sitios en México, junto a Guanajuato y La Chona, también en Jalisco, que honra su historia a través de sus momias.
"La mayoría de las momias, de los zapopanos que tenemos aquí, fueron exhumados en el 2007, en el cementerio de Zapopan Centro. Estos cuerpos, lo característico es que no fueron exhumados de la tierra como tal, sino de gaveteros. Los gaveteros son los nichos que están hacia arriba. Entonces, ¿cómo se momificaron? Pues llegó más rápido la deshidratación que la descomposición", expuso Moisés Abraham Magaña, director de Cementerios Municipales de Zapopan.
¿Qué podemos encontrar en el Panteón de Atemajac?
La exposición, alberga los cuerpos de seis antiguos zapopanos que se resistieron al olvido. Exhumados en 2007 del cementerio de Zapopan Centro, cada momia es un libro de vida abierto.
"La señora Josefina nació en 1900. Cuando vienen jóvenes de escuelas, me gusta platicar y decirles que la vean, y que estamos hablando que ella en el año que nació le tocó ver la revolución [...] Tenemos a la señora María de Jesús, lo icónico son los escapularios que usaban [...] La vestimenta nos habla de ellos. Los chales, las pañoletas, las guayaberas, o sea, siempre hay mucho de qué platicar"
Con tan solo seis meses al morir, el pequeño Gustavo es la momia más reciente. Su presencia es el testimonio más conmovedor de una madre, que en un acto de amor inmenso, lo cedió para la exhibición.
"La señora, la verdad es que lo hizo con mucho gusto, ella me platicaba que prefiere tenerlo así para seguir viéndolo, porque como está el bebé, ella se acuerda que está igualito a como cuando lo inhumaron. Entonces, viene seguido, reza, platica con él"-
El proyecto está vivo, con la intención de incorporar más cuerpos a la exhibición, siempre que las condiciones de momificación natural se den, y crucialmente, que las familias deseen que se siga hablando de ellos para mantener viva su memoria.
El ingreso y visita al recinto ubicado en los cruces de la calle La Paz y Ricardo Flores Magón, en la Colonia Atemajac del Valle, es gratuito.
SRN