Ciudad de México /
Escribe un primer verso
que celebre lo cabal, la blancura
de esta leche fría en la jarra.
Antes de continuar, detente.
No escarbes en lo obvio del color;
busca la maña del fermento
y mira qué esconde
la ostentación de lo maniqueo.
Nada es blanco. Nada en puridad.
Rodéala a fin de comprender
y evita que te ciegue.
Mira qué contradice su virtud.
No des tregua. Sigue la cal, la pus.
Desde el blancor de sus riñones lácteos
escucha el grito, el agravio
y lo que esconde su gesto sereno.
Mejor escribe de la leche negra
aunque la veas blanca como nieve.
Quizá entonces des con el poema.
AQ