Luis Buñuel. Del discreto encanto al arte de la transgresión (UACM / BUAP, 2024) es un libro coordinado por Jannine Montauban, catedrática de literatura española de la Universidad de Montana. Es una obra en la que también participan otros tres autores de la misma institución: el catedrático y poeta peruano Eduardo Chirinos (1960-2016) y las postulantes a la maestría en Estudios Hispánicos Ciara Wadden y Micaela Downey.

El libro se divide en cinco ensayos, en el primero, firmado por Montauban y Wadden, se habla de la construcción del yo en Luis Buñuel, a través de sus cameos en películas como Un perro andaluz, El fantasma de la libertad o Ese oscuro objeto del deseo; la participación del extraordinario actor Fernando Rey como su alter ego en Viridiana, Tristana, El discreto encanto de la burguesía y la ya mencionada Este oscuro objeto del deseo, y la autobiografía del cineasta aragonés Mi último suspiro (1982), escrita con la colaboración del guionista y director francés Jean-Louis Carrière, que es, de acuerdo con Montauban, “su último esfuerzo por sellar su vida y obra en un todo indivisible”.
El segundo capítulo, redactado por Montauban y Downey, aborda un tema prácticamente inédito en un cineasta que cuestionó severamente el catolicismo: “el intercambio de una manzana en el contexto que evoca la historia bíblica de Adán y Eva”. En La ilusión viaja en tranvía esto sucede durante la escenificación de la pastorela que narra la expulsión del Paraíso de los desobedientes personajes. En Subida al cielo, la seductora Raquel (Lilia Prado), “le muestra a Oliverio (Esteban Mayo) la cáscara de la manzana que está pelando y le ofrece coquetamente un mordisco”. En La joven, Viridiana y Tristana también está presente la “fruta prohibida”. Sobre esto dicen las autoras: “La reescritura de la escena bíblica de Adán y Eva encierra de manera simbólica la visión de Buñuel en cuanto al sexo, erotismo y la religión”. Para él, lo sexual y lo pecaminoso resultan inseparables.
En el tercer capítulo, uno de los más atractivos del volumen, Montauban y Chirinos exploran el tema de la cena en las películas de Buñuel, la cena, sus reglas y convenciones que se desbaratan en El ángel exterminador, donde los invitados quedan inexplicablemente atrapados en la casa de sus anfitriones y, desesperados, hambrientos, sedientos, abandonan los modales, surge la violencia y aparece la muerte antes de que puedan salir de su insólito encierro. Es una película que muchos han calificado de surrealista.
Él es otra película donde en la cena se rompen las reglas: el anfitrión seduce a la prometida de uno de sus amigos, traicionando “el principio básico de la comensalidad”, adueñándose de la palabra, exponiendo sin reparos sus puntos de vista, cancelando el diálogo.
El cuarto capítulo: “Un paseo por los caminos de la intransigencia. La herejía en La Vía Láctea y Simón del desierto, también de Montauban y Chirinos, y el quinto: La isla en Las aventuras de Robinson Crusoe y La joven, de Montauban, se analiza cómo Buñuel aborda, por una parte las herejías “que atentaron contra el dogma católico” y, por la otra, el aislamiento y el encierro forzoso.
Luis Buñuel. Del discreto encanto al arte de la transgresión es un libro interesante para los admiradores o para quienes deseen acercarse a la obra de uno de los cineastas más relevantes del siglo XX. También, como él mismo decía, para los eternos cazadores de símbolos en sus películas.
AQ